El ex-jugador José Salguero (segundo por la derecha) se sumó a los actos de celebración de estos veinte años
Hace ya veinte años que se constituyó en Rute la peña madridista “Pueblo del Anís”. La efeméride se ha hecho coincidir con la V Jornada de Convivencia. El grueso de las actividades se concentró en el último fin de semana de junio. Comenzaron el viernes 28 por la noche, con la entrega de trofeos de los diferentes campeonatos organizados durante el año. Ya en la mañana del sábado 29, se celebró en el Estadio Municipal de Las Huertas un encuentro triangular entre las peñas madridistas de Rute, Llanos de Don Juan y Cuevas de San Marcos. El domingo 30 se ofició una misa por los socios fallecidos. A continuación tuvo lugar el almuerzo de convivencia en el restaurante El Vado. Entre otros invitados, contó con la presencia de dos ex-jugadores del Real Madrid de principios de los 80: Salguero y Bonet.
José Salguero había acudido también al encuentro de peñas. Estuvo acompañado de Manuel Sánchez, como concejal de Deportes, y de los cuatro presidentes de estos veinte años: Pedro Cabeza, Paco Campillos (en representación de Juan Alba), Francisco Aroca y Ernesto Hernández. Todos destacaron como los principales logros la constitución de una sede propia y conseguir que los muchos madridistas de Rute acaben haciéndose socios de la peña, hasta alcanzar los trescientos cincuenta que ronda en la actualidad. En este sentido, Salguero subrayaba que el madridismo es “una gran familia” unida por una afición común a unos colores. El ex-jugador asegura que para crear esa afición es igual de importante que la gente que acude cada semana al Santiago Bernabéu la gran cantidad de seguidores que hay fuera de Madrid “e incluso fuera de España”.
Pedro Cabeza recordó cómo todo había comenzado con una junta gestora, constituida por un grupo de amigos. La lideraba él, y sería en 1994 cuando se convirtiera de forma oficial en presidente tras unas elecciones. Todavía era algo inusual en pueblos como Rute. Las peñas se concentraban en las capitales, y ha sido justo en estas dos décadas cuando se ha producido “un boom”. El primer presidente guarda en la memoria las dificultades que pasaron. No tenían dinero “para nada”. No había sede, se instalaron de alquiler en el local de “El Greco” y tuvieron que “entramparse” para comprar “una tele y unas sillas, lo imprescindible”. En su opinión, el gran mérito para que todo esto haya cambiado es que ha habido muchos socios. Esto ha permitido pagar “una cuota muy baja” y aun así costear la sede.
De ese proyecto se encargaría la directiva presidida por Juan Alba. Su compañero Paco Campillos confirma que era algo que tenían muy claro. Se embarcaron en un reto muy ambicioso, adquiriendo un local en propiedad. Estuvieron doce años y aun así confiesa que se quedaron con ganas de acometer más iniciativas. Pero lograron lo principal, pagar la construcción de la sede “y que quedara un remanente importante”. Lejos de detenerse la actividad, se ha mantenido. Tanto Aroca como Hernández ceden el mérito a los fundadores y a quienes construyeron la sede. Aun así, a ellos dos corresponde la capacidad de “mantener” el atractivo para que al aficionado del Real Madrid le merezca la pena ser socio. Otra apuesta de los últimos años ha sido la de estrechar lazos con otras peñas madridistas.
