Mujeres de diferentes colectivos y asociaciones de la comarca se dieron cita en Rute
Rute ha sido la sede escogida para ofrecer una de las conferencias sobre los recursos existentes y el proceso de intervención que Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) ofrece para luchar contra la violencia de género. La charla se enmarca dentro del programa “Empoderarnos para prevenir la violencia”. Se trata de una iniciativa formativa e informativa. Está dirigida a estudiantes, colectivos de mujeres y a la ciudadanía en general. Ha sido puesta en marcha por el IAM a través de diez asociaciones y colectivos de mujeres de Córdoba. Entre ellos, está la Organización Feminista de la Subbética (OFS), integrada por mujeres de Rute y comarca. La conferencia se llevó a cabo el pasado viernes, 4 de octubre, por la tarde. Antes, por la mañana, los integrantes de la organización, colocaron una mesa informativa delante de la puerta del Ayuntamiento. Allí repartieron folletos y dípticos sobre cómo prevenir y abordar la violencia de género.
La charla contó con la presencia de la directora del IAM, Mercedes Bermúdez, el alcalde de Rute, Antonio Ruiz, la presidenta y secretaria de la OFS, Concepción García y Ana Díaz, respectivamente, y la propia conferenciante, Dulce Rodríguez. Las actividades de este proyecto conjunto de mujeres de toda la provincia persiguen informar y concienciar a la ciudadanía sobre el problema de la violencia a las mujeres, y empoderar a éstas para prevenir posibles situaciones de agresión. De hecho, según Concepción García, tienen como objetivo prioritario formar a la gente más joven sobre este tipo de violencia, dado que cada vez se detectan más casos entre este sector de población. Se trata, en definitiva, de proporcionar las herramientas necesarias para prevenir acciones violentas contra las mujeres de la provincia. Quieren hacerlo a través de talleres centrados en fomentar la autoestima, desarrollar habilidades sociales, creaciones literarias sin roles tradicionales de género y actividades deportivas que fomenten la igualdad.
Para Ana Díaz, lo que en un principio se presentó como una dificultad ha terminado en convirtiéndose en una ventaja. Y es que, cuando comenzaron a trabajar el proyecto se encontraron con el inconveniente de que para poder recibir fondos del IAM tenían que ponerse de acuerdo con otras nueve asociaciones. Sin embargo, Díaz reconoce que, a la postre, esto ha resultado “enriquecedor”. En este sentido, la directora del IAM comentó que, dado el contexto socioeconómico existente, hay que marcar prioridades. De ahí que se apueste por iniciativas cuya prioridad sea crear redes de colaboración entre colectivos. Cada vez se subvenciona menos proyectos concretos de una sola asociación. Al margen de esta cuestión, Mercedes Bermúdez aprovechó para poner de manifiesto “la necesidad de criminalizar y visibilizar la violencia de Género para intentar erradicarla”. Bermúdez insistió en que no se puede oír gritos, rumores o saber sobre casos de violencia “y permanecer pasivos”. Según subrayó, las mujeres que sufren violencia “deben saber que no están solas”.
Por su parte, Antonio Ruiz mostró su satisfacción al comprobar que mujeres “amigas, destacadas y comprometidas”, están involucradas en la lucha contra esta lacra social. Según el alcalde, la crisis “canalla” que estamos padeciendo está suponiendo “un retroceso de derechos conquistados cuyas víctimas principales son las mujeres”. Además, confesó que uno de los hechos que más le entristecieron en su anterior etapa de diputado provincial fue comprobar cómo durante cuatro años, tras cada pleno ordinario, “desgraciadamente siempre hubo motivo para hacer un manifiesto público de condena y rechazo por una muerte producida por violencia de género”.
Dulce Rodríguez comenzó su conferencia dando a conocer un número gratuito y que no deja huella. Es el 900 20 09 99, que puede ser usado para denunciar casos de violencia. Este teléfono está operativo las 24 horas del día, los 365 días del año. Rodríguez explicó con detalle los recursos de los que disponen las mujeres que sufren violencia de género. Abarcan desde recursos de emergencia, casas de acogida y pisos tutelados. Según dijo, desde que empiezan a atender a una mujer hasta que sale de los pisos tutelados han podido pasar dos años. Durante ese período cuentan con asesoramiento jurídico, tratamiento psicológico y formación para el empleo. El objetivo es contribuir a que salgan como mujeres con mayor autoestima, habilidades y capacidad para buscar y encontrar un trabajo.
