La directora de la residencia de ancianos repasa la gestión durante la crisis del coronavirus

  • Junto al presidente de la fundación que gestiona esta residencia, han agradecido la solidaridad y el apoyo del pueblo de Rute

Desde que comenzó la pandemia nuestros mayores se convirtieron en un sector vulnerable. Por eso, cuando a finales de marzo se conoció el número de contagiados de la residencia Juan Crisóstomo Mangas, se sabía que las malas noticias y los fallecimientos no tardarían en llegar. Y así ocurrió. El centro de ancianos de Rute, con trece víctimas mortales, ha sido uno de los más azotados por la crisis del coronavirus en la provincia de Córdoba. Ahora, cuando parece que la epidemia está bajo control, la directora del centro, Olalla Odriozola, y el párroco y presidente de la fundación que gestiona esta residencia, José Gregorio Martínez, han comparecido ante los medios de comunicación locales para expresar su profundo dolor y pésame a los familiares de las personas fallecidas.

  • Según Odriozola, se han vertido muchos los bulos e informaciones falsas en las redes sociales

Olalla Odriozola comenzó su intervención lamentando el fallecimiento de los residentes. Cada vez que ha muerto una persona del centro, dijo, “se ha ido una parte de nuestra alma con ellos”. Tras dar el pésame a las familias de los fallecidos, expresó el dolor, duelo y la angustia que se ha vivido en la residencia. La directora, que lleva catorce años trabajando en esta residencia, afirma que desde entonces adquirió el compromiso de hacer crecer el centro, que cumpliese con toda la normativa vigente. Además, se encargó de llevar a cabo una gestión basada en el bienestar de los residentes y en el cuidado socio-sanitario. Asegura que el personal cuenta con las mejores condiciones laborales de toda la comarca, con sueldos por encima de las ratios exigidas por la Junta de Andalucía.

Ahora, en la gestión de esta crisis, defiende que se ha actuado “con total transparencia”. Durante estos meses se ha trabajado “sin parar, a pie de cañón y  dando lo mejor”. Desde la dirección de la residencia se ha facilitado a diario los datos al alcalde de la localidad, Antonio Ruiz, para que éste a su vez pudiese mantener informada a la población ruteña de lo que estaba pasando. Eso sí, apostilla Olalla Odriozola, siempre se ha protegido a los residentes, familiares y personal. Considera que ha sido una labor hecha “con coherencia y responsabilidad”, sin facilitar fotografías relativas a la residencia de las situaciones difíciles que se estaban viviendo, y sin permitir utilizar el dolor y el sufrimiento.

En el comunicado citó sus propias declaraciones cuando comenzó la crisis, explicando las medidas de protección y seguridad exigidas. En todo momento, ha dicho, se acataron los protocolos y recomendaciones establecidas por las autoridades sanitarias. En este sentido, Odriozola recordó igualmente que el 12 de marzo se redujeron las visitas a un solo familiar por residente, quedando suspendidas por completo el día 14, cuando se decretó el estado de alarma. Asimismo, asevera que es “rotundamente falso” que ninguna persona o familiar de una excursión (en alusión a la hicieron a Benidorm otras personas mayores de Rute) entrase en la residencia. Tampoco ningún residente participó en esa excursión.

Igualmente, indicó que el 10 de abril la Junta de Andalucía estableció que los residentes con resultado negativo de la Covid-19 podían salir y abandonar la residencia sin así lo deseaban. Sin embargo, tan sólo uno dejó el centro. Odriozola afirma que son “muchos los bulos y las informaciones falsas que se han vertido en las redes sociales”. Considera que no se ha respetado el dolor y el duelo de los familiares. Lamentablemente, ha dicho, la crisis saca lo peor y lo mejor de las personas. Y así ha ocurrido también en este caso.

Por otra parte, informó de que en un primer momento la residencia contaba con equipos de protección, mascarillas quirúrgicas, guantes, batas y geles hidroalcohólicos que fueron facilitados al personal. Cuando escasearon se solicitó apoyo a las administraciones competentes, a la Guardia Civil, Policía Local, empresas y al pueblo en general. En este sentido, ha dado las gracias a todos ellos, a vecinos, cofradías, y todo tipo de entidades o colectivos que han facilitado material sanitario.

Asimismo agradece a la delegada provincial de Salud la atención prestada con la realización de las pruebas PCR a todo el personal del centro, y con el plan contingencia y de medicalización que se ejecutó. Además, ha subrayado su gratitud por el enorme apoyo, la profesionalidad  y dedicación del personal del Centro de Salud, con quienes se han coordinado. Se ha referido a personas como José María Caballero, Sebastián García, María Jesús Córdoba o Inés Fernández. Sus gracias son extensivas a los médicos residentes y a todo el personal de la residencia, enfermeras, auxiliares, gobernantes, limpiadoras o cocineras. De todo este personal destacó “el cuidado y trato humano dispensados”. En especial, se refirió a Victoria Ariza por su apoyo incondicional  para la gestión de esta crisis.

La directora no se olvidó en este apartado del personal que ha cubierto las bajas  laborales. Cuando se llamaba a estos sustitutos no dudaban en incorporarse “con una sonrisa y una disposición infinita”. En estos más de dos mes y medio, el centro ha  contado con un seguimiento exhaustivo por parte de las autoridades sanitarias a través de epidemiólogos, médicos y resto del personal sanitario que ha sido necesario para llevar a cabo el plan de contingencia previsto. Han sido ellos quienes han verificado y valorado cada situación, apunta Odriozola.

Además, la directora aprovechó para recordar que las residencias han sido y son “hogares, en los que se cree y trabaja pensando en las personas”. En todo este tiempo los residentes han sido “un ejemplo a seguir constante”. Pese a sus miedos y a no poder ver a sus familiares, ellos han sido “los auténticos héroes”. Con el equipo multidisciplinar del centro, durante este tiempo se ha procurado mantener el ánimo de todos ellos y el contacto de los residentes, a través de vídeo-llamadas, con sus familiares. En estos momentos, las visitas continúan estando planificadas y limitadas a un familiar por residente.

Para acudir a centro es necesario concertar cita previa y las visitas se fijan por  un tiempo determinado. Asimismo, se toma la temperatura a cada familiar que accede y se le exige una declaración responsable de que no presentan síntomas relacionados con la Covid-19. Para  las visitas se ha habilitado un espacio determinado, en el que se mantienen las normas de distanciamientos y prevención y seguridad. Para el residente que no puede trasladarse a ese espacio se ha establecido un protocolo de entrada y salida. También se ha diseñado un protocolo para los paseos de los usuarios, y para los nuevos ingresos, que ya han comenzado a producirse. No obstante, dadas las bajas sufridas, continúa habiendo plazas disponibles.

Durante el estado de alarma se han llevado a cabo dos desinfecciones del centro por parte de la Unidad Militar de Emergencias y otras ocho más por parte de la Diputación de Córdoba. Por eso, Olalla Odriozola también ha mostrado su gratitud a la institución provincial o al Ayuntamiento de Rute, por el material facilitado. En especial mencionó al alcalde Antonio Ruiz, por su apoyo constante y sincero. Igualmente, la directora ha dado las gracias a los familiares por las múltiples llamadas, cartas o muestras de apoyo y consuelo que han enviado. Para concluir, se refirió al Patronato Juan Crisóstomo Mangas, en especial a su presidente, el sacerdote José Gregorio Martínez, por su apoyo y su labor espiritual.

El párroco ha sido el encargado de comunicar los fallecimientos, En los próximos días en la fachada de la residencia aparecerá la frase “No nos hagan invisibles”. De esta forma, quieren reivindicar que después de esta crisis no se olvide a las personas mayores. Por su parte, José Gregorio Martínez se sumó a los agradecimientos de la directora. El sacerdote agradeció a los familiares la paciencia y comprensión mostradas en días de tensión y que han sido muy difíciles para todos. Según dijo, los abuelos han sufrido mucho pero también han demostrado ser muy valientes.

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