El grupo Yerbabuena Flamenquito adapta un popular villancico de la norteamericana Mariah Carey con un toque muy personal y aflamencado

Los miembros del grupo cierran el vídeo del  villancico con un brindis con anís de Rute

Los miembros del grupo cierran el vídeo del villancico con un brindis con anís de Rute

La idea se remonta a antes del invierno pasado. No pudo ser porque algunos miembros estaban ocupados ensayando con la comparsa para el carnaval. Pero desde entonces Francisco Molina (voz y guitarra) barajaba adaptar justo éste villancico y no otro. Como recuerda otra de las voces masculinas, Jesús Repullo, es “un referente” en el mundo anglosajón. Sobre todo cuadraba con la intención del grupo de salirse de sus influencias habituales. Por delante tenían el reto de hacer una versión convincente y acorde con su estilo. Había adaptaciones en nuestro idioma, “pero nadie lo había hecho en tono flamenco”. Además, tenían que pulir los versos. Aunque se conserva el espíritu de la letra, hay partes “que en inglés dan resultado, pero la traducción suena casi cursi”.

Molina ha depurado esos detalles. Ha aportado, con pinceladas de nuestras tradiciones, reemplazando, por ejemplo, a Santa Claus por los Reyes Magos. Y, como no podía ser de otro modo, Yerbabuena brindan en su letra con aguardiente de Rute. También es muy fiel la melodía, lógicamente a ritmo de rumba, hasta en la estructura. Si el original arranca con Mariah Carey acompañada de un piano de caja de música, aquí otra María, Repiso, entona las primeras notas con un fondo de guitarra flamenca y campanillas. Después, reemplazaron la batería y toda la base rítmica por pandereta, palmas y cajón. Eso sí, en la grabación de estudio se ha incorporado un bajo eléctrico y unos teclados.

En efecto, con esos mimbres se metieron en el estudio que Toni Ribas tiene en el Paseo del Fresno. Es, pues, el primer villancico que graban. Según cuenta Ana Belén Cordón (la otra chica de la formación actual junto a Repiso) han ensayado alguno más. Quieren preparar varios, para alguna actuación en estas fiestas y porque planean salir por las calles. Molina dice que ha sido un proceso casero, todo hecho en Rute por ellos mismos más alguna colaboración. Ribas no se dedica a la música a nivel profesional, pero el sonido es pulcro.

También ha quedado brillante el vídeo en el Museo del Anís, pese a que en los días de grabación aún no había llegado “el frío invierno”. Hubieran querido tenerlo listo antes, para incluirlo en las promociones de las semanas previas, pero costaba cantar junto a unas candelas con el calor de septiembre. Lo bueno es que tienen lo que buscaban: no hacer negocio, sino probar una experiencia nueva y que la gente tararee una melodía que evoca la nostalgia de nuestras tradiciones e invita a los buenos deseos de estas fechas.

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