El Festival de Música Folk de Rute se consolida con una presencia por fin notable de público

La Carraca, Andaraje y Arquitrabe, en su actuación en el salón de actos de la calle Priego

La Carraca, Andaraje y Arquitrabe, en su actuación en el salón de actos de la calle Priego

Uno de los principales alicientes del IV Festival de Música Folk de Rute era la opción de celebrarlo por primera vez al aire libre, en concreto en el Paseo Francisco Salto, respondiendo así a una demanda de los aficionados. Así se había previsto por parte de la concejalía de Cultura, pero finalmente las malas condiciones meteorológicas obligaron a aplazar la idea para otro año. Con un tiempo continuamente cambiante, los tres días del festival, del 13 al 15 de abril, amanecieron soleados, pero fueron empeorando conforme avanzaba la jornada, con la lluvia presente a la hora de los conciertos. Para compensar esta pequeña frustración, el festival ha gozado de una presencia de público más numerosa que nunca. Fuera porque la gente ya se había hecho a la idea de ir a los conciertos y no le importó en exceso cambiar de escenario, o fuera porque el festival empieza a consolidarse como una cita importante dentro de la Agenda de Primavera, lo cierto es que por primera vez se vio un ambiente cálido en el salón de actos del Edificio de Usos Múltiples.

Dentro de esa asistencia notable, sin duda la palma se la llevó en la jornada inaugural del viernes 13 el grupo La Carraca. Los vallisoletanos encandilaron a los espectadores que abarrotaban el Edificio de usos Múltiples, con público mayoritariamente infantil, con su repertorio de canciones pero sobre todo con su puesta en escena. Ataviados con disfraces y maquilladas sus caras con un ambiente totalmente divertido, La Carraca repasaron en Rute los siete discos que hasta la fecha han publicado, demostrando que las viejas canciones mantienen la misma fuerza y son una buena excusa para pasarlo bien. Niños y padres se dejaron llevar por las propuestas musicales y escénicas de Arlequín, el Chino y el Primo, con la complicidad del buen sonido de la Orquestina Trampolín.

Un día después actuó Andaraje, que se pueden definir como el grupo clásico de este festival, ya que estuvieron en la primera edición y en la del año pasado. Con 35 años de carrera a sus espaldas, Andaraje ha incorporado un nuevo miembro, María José Cejudo, que complementa la sugerente voz de Petri Blanco. Para el domingo 15 quedaba el grupo Arquitrabe, compuesto por dos miembros: Juan Guerrero que interviene con la voz, guitarra, epinette, zanfona, guitarrillo y rabel; y Marisi Carmona con la voz y percusión. Este dúo, surgido en 1989, exhibió un amplio repertorio de instrumentos y canciones originarias de la cultura sefardí y el romancero de tradición oral,  logrando el ambiente más intimista de todo el festival.

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