El Festival de Ballet se renueva con la incorporación de más alumnas de Rute y localidades vecinas

La profesora María del Mar Somé se sumó a alguna de las coreografías representadas

La profesora María del Mar Somé se sumó a alguna de las coreografías representadas

El teatro al aire libre Alcalde Pedro Flores acogió en la noche del viernes, 4 de julio, el XII Festival de Ballet, organizado por la Escuela Municipal de Música y Danza de Rute, dependiente de la delegación de Cultura (en representación del Consistorio acudió la concejala Inmaculada Piedra), y la asociación Rutedanz. Después de la audición de los alumnos de música la semana anterior, ahora llegaba el turno de ver lo que las 57 alumnas de danza han aprendido en el último año académico. Entre ellas hay que citar a un niño de Iznájar, que cautivó a los asistentes; una de las características de este curso ha sido la incorporación de savia nueva no sólo de Rute, sino procedente de localidades vecinas como la iznajeña, El Higueral o Lucena.

La directora de la escuela, Alejandra Ortega, mostraba su satisfacción por el número de inscritos, 194 entre música y danza. A diferencia de la audición, que la considera una puesta en escena para que los alumnos pierdan el miedo a actuar en público, cree que el festival tiene nivel suficiente para ser catalogado como una gala. A ello hay que unir que la danza “es muy vistosa y las niñas han trabajado muchísimo”.

Por su parte, la profesora María del Mar Somé ya había adelantado que esta puesta en escena supone una motivación extra, tanto para las alumnas como para ella misma. Respecto a en qué se traduce esa motivación, en si hay más nervios o más concentración, señaló que depende de cada alumna. La profesora aprovechó la ocasión para dar las gracias a su hermana Irene, que tomó el relevo en las clases en los meses en que estuvo de baja por maternidad.

Como es habitual, el festival mezcló lo clásico y lo moderno. Piezas como la “Danza china” del Cascanueces combinaron con la banda sonora de Grease, y entre medias hubo hueco para la fusión o lo que se ha dado en llamar “clásico-contemporáneo” con la renovación del “Orobroy”, de David Peña Dorantes. Desde septiembre, estos bailes se van intercalando con los pasos que se aprenden en las clases, aunque Somé explicó que los números “se suelen ir cambiando” a lo largo del curso “en función de las características de las alumnas”. De hecho, hubo bailes que se modificaron “en los últimos días” para aprovechar “al máximo” el potencial de las alumnas.

En total, el festival incluyó catorce bailes, de los que sólo dos eran rescatados el año pasado, con el matiz de los cambios introducidos en función de las alumnas nuevas. Al término de la gala, todas las alumnas recibieron el diploma correspondiente al curso recién concluido.

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