Los cuatro finalistas no pudieron ofrecer su mejor juego, muy condicionados por el frío y sobre todo el fuerte viento
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Del 26 al 28 de abril las instalaciones del Club Tenis Rute han acogido el Campeonato Provincial Alevín. La cita era a su vez clasificatoria para el autonómico, que se celebrará en Linares a finales de mayo. En lo que se refiere a la sede, el torneo encaja con la filosofía del club. Una de las apuestas desde que se remodelaron las instalaciones es traer a Rute tenis de base, de categorías inferiores como ésta. Este provincial ha venido marcado por dos aspectos. Por un lado, la escasa presencia de niñas. Antonio Rabasco, además de presidente del Club Tenis Rute, es desde hace unos meses delegado provincial de la Federación Andaluza. En este tiempo ya ha tomado conciencia de una de las cuestiones con las que va a tener que lidiar: la falta de voluntad de los padres y madres de la capital para que sus hijos acudan a los provinciales que se celebran en pueblos. No se trata ya de Rute, sino de municipios que se alejen del “cinturón urbano”. Pese a esa reticencia, con los chicos se pudo completar un cuadro que arrancaba en octavos. Sin embargo, sólo dos chicas se han dado cita en el provincial. No deja de ser llamativo que de este torneo salieran tres plazas femeninas para el autonómico. En categoría masculina, en cambio, sólo había dos.
Más meritorio es que las dos chicas vinieran del Valle de los Pedroches, demostrando que, si hay ganas de jugar, la distancia es lo de menos. De hecho, la familia de Ana Conde vive entre París y Córdoba. Pero la chica no desaprovecha la ocasión de jugar cualquier torneo que haya en la provincia. Ana se impuso en la final a Alicia Romero, por 6-2 y 6-3. Esta vez el triunfo le sonrió a ella, y otras veces ha ocurrido al revés. Como suele pasar en estas edades, les ha tocado enfrentarse muchas veces. Igual ocurre con los finalistas masculinos, Francisco Jesús Pérez y Pablo Serrano, los dos cabezas de serie, que empiezan a conocerse de memoria de medirse una vez y otra.
El otro aspecto que ha marcado el torneo, al menos en el tramo decisivo, ha sido la meteorología. Ninguno de los cuatro finalistas pudo desarrollar su juego en ningún momento. Un frío impropio de finales de abril impedía relajar los brazos para darle a la raqueta. Y el viento condicionaba todos los golpes, tanto si venía de cara como si estaba en contra.
Para que la mañana fuera desapacible del todo, apareció la lluvia. Y como no podía ser de otro modo, con tanto frío, lo hizo en forma de aguanieve. Fue recién empezado el segundo set de la final masculina. Francisco Jesús Pérez había ganado el primero por 7-5 a Pablo Serrano y mandaba 40-30 en el juego inicial de la segunda manga. Ahí se quedó la cosa. Rabasco se reunió con los padres de los muchachos y, tal y como pintaba el panorama, con la pista muy mojada y la lluvia apretando, se optó por suspender el partido. Habrá que buscar fechas cuanto antes, de cara a cerrar los cabezas de serie para la cita autonómica de Linares.
