El cantante King África hizo bailar al concejal de Festejos en el cierre de la feria de Rute

El concejal José Arcos no dudó en marcarse unos pasos del popular Paquito Chocolatero

El concejal José Arcos no dudó en marcarse unos pasos del popular Paquito Chocolatero

Con un ambiente que no había llegado a cuajar en los días previos, la Feria Real de Rute tocaba a su fin en la noche del 27 de agosto. Para este “fin de fiesta”, según había anunciado el concejal José Arcos, se había programado la actuación de un cantante “de peso”: King África. La respuesta que diera el público era a priori una incógnita: no es lo mismo triunfar con una canción del verano, de acordes prefabricados para el éxito, que ofrecer un concierto completo. Sin embargo, hacia la una de la madrugada las dudas se despejaron. Poco importaba que el repertorio apenas diera para una hora de duración, ni siquiera que la base instrumental y los coros sonaran claramente en “play-back”. La única presencia sobre el escenario era la de África y sus dos bailarinas de acompañamiento.

No se sabe si fue por morbo o curiosidad; porque a esas horas no había más ofertas a las que acudir, salvo los chiringuitos (o el botellón); o simplemente que los gustos musicales de la gente de Rute son insondables, como los caminos del señor. El caso es que el voluminoso cantante hizo honor a su nombre artístico y se convirtió en “el rey” de la feria, logrando llenar por primera vez en esta edición la Caseta Municipal. No contento con eso, animó, ya en el tiempo de bises, a que el concejal de Festejos subiera al escenario y se marcara un baile de Paquito Chocolatero.

Al grito unánime de “Pepe Arcos” por parte de los asistentes, el concejal enfiló las tablas y, ni corto ni perezoso, exhibió su juego de piernas y cintura, escoltado por las dos bailarinas, al ritmo de la versión “bakalaera” del pasodoble. King África pidió hasta la colaboración de Radio Rute para inmortalizar en una instantánea este momento, con el público como animado fondo. Este concierto puso el broche a una feria que ha ido de menos a más en cuanto a afluencia de público. Resulta curioso que la gente se animara a subir al Paseo del Fresno conforme avanzaban los días, teniendo en cuenta que el inicio se adelantó al sábado 23 para captar más asistentes en el fin de semana.

En cuanto a las actuaciones, a pesar de que José Arcos adelantó que se había querido premiar la afición que existe al baile en Rute, con un predominio de orquestas, los hechos confirmaron que la presencia de un grupo o artista de relumbrón sigue constituyendo el principal reclamo para atraer seguidores. Incluso el hecho de que en el primer día se contara con un espectáculo aparentemente ajeno a una feria como las dos agrupaciones del carnaval de Cádiz (la comparsa “La catedral del mar” y la chirigota “Vueltecita gaditana”) no fue obstáculo para que la Caseta Municipal presentara un aspecto bastante decente. La cosa fue mejorando con el concierto de Manuel Orta hasta alcanzar el clímax con el intérprete de la “Bomba”. En cambio, el ambiente no siempre fue igual de cálido con las orquestas, a pesar de que algunas como Internacional Libertad mostraran una calidad más que considerable.

Por lo que se refiere a la Caseta de la Juventud, OverBalance, Caso Aparte, Mala Enmienda y Degeneración 90 cumplieron y al menos agradaron a sus seguidores más fieles. Si bien OverBalance son los únicos genuinamente de Rute, todos los demás contaban en sus filas con algún componente ruteño u originario de nuestro pueblo. La Caseta de la Juventud, por tanto, ha recordado más en estos días al desaparecido certamen de nuevas bandas Ruterama, que tan buena acogida tuviera en los 90. Pero un año más los jóvenes se han quedado sin al menos un grupo de primer nivel en el panorama nacional.

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