El anís dulce de Destilerías Raza logra una medalla de oro en Lyon

  • La localidad francesa ha acogido el Concurso Internacional de Bebidas Espirituosas, con cerca de seiscientas muestras de más de cincuenta países

José Manuel Molina, gerente de Raza, con la botella premiada en el certamen de Lyon

José Manuel Molina – impresiones sobre el premio concedido a Destilerías Raza

De nuevo uno de los productos más emblemáticos de Rute, como es el anís, ha sido reconocido fuera de nuestras fronteras. El honor ha correspondido a Destilerías Raza. Su variedad de anís dulce ha recibido una medalla de oro en el Concurso Internacional de Lyon de Bebidas Espirituosas. La localidad francesa ha sido sede de este certamen al que han concurrido 574 bebidas. En realidad, el certamen albergaba desde vinos, cervezas y demás espirituosos a productos lácteos. Según detalla José Manuel Molina, gerente de Raza, en total ha habido casi diez mil ochocientas muestras de 51 países. El concurso no ha sido presencial por la situación sanitaria, pero también porque se trataba, de catas “ciegas”, para que fuera “totalmente anónimo”.

En el caso de la destilería ruteña, presentaron cuatro muestras. Aparte del dulce, concurrieron con anís de naranja, limón y extra seco. Ha sido además el único anís premiado en el concurso, lo que, en palabras de Molina, pone “más en valor” al producto. En su opinión, “el secreto” está en que han presentado “el anís de Rute de toda la vida”, frente a propuestas más recientes o novedosas. No en vano, remarca que las cuatro variedades han estado muy igualadas. Sobre un máximo de 100 puntos, el anís dulce ha obtenido 90, el de limón 88 y el de naranja 86. Para ello, se han basado en “tres premisas, la vista, el olfato y el gusto”, buscando “la armonía” final.

  • Molina hace extensivo el reconocimiento a todo el anís de Rute porque cree que cualquier destilería del pueblo ofrece calidad para haberlo conseguido

Al mismo tiempo, el premio de Lyon pone de relieve que el anís no es tan localista como se pudiera pensar. De hecho, el gerente recuerda que está “en todo el mundo”. Lo que ocurre es que cambia el nombre según la geografía. En Turquía, por ejemplo, toman “raki” con agua a mediodía, equivalente a “la palomita” que aquí se hace con anís seco. En países tan dispares como Líbano o Suecia toman “arak”, que es anís seco bidestilado. Raza incluso fabrica “arak” para un cliente de fuera. Otro tanto ocurre con el “pastis” francés o la “sambuca” italiana.

Para la empresa supone un doble espaldarazo. Es un reconocimiento a nivel nacional, pero también en el plano internacional se dan a conocer. En cualquier caso, Molina cree que se puede hacer extensivo a todo el anís de Rute. Está convencido de que aquí se destilan los mejores anisados y cualquier marca de nuestro pueblo que hubiera concursado en Lyon podría haber sido premiada. En el fondo, cree que lo que se ha premiado es el trabajo de años y “la capacidad para defender un producto artesanal”, pese a que ello implique más costes de producción y una dificultad añadida para competir con otras marcas menos rigurosas.

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