Editorial Septiembre 2023

Es inevitable hablar de septiembre como el mes en el que parece que todo se reanuda. Con el comienzo de cada nuevo año, para el que aún faltan tres meses, llegan los propósitos de enmienda y los de intentar ser o estar mejor. Sin embargo, es en septiembre cuando arranca el curso académico, en sus distintos niveles. Es septiembre el mes en el que se reanuda la vida política tras el paréntesis veraniego. También en septiembre los colectivos y asociaciones de nuestro municipio retoman su actividad. Y es sin duda el mes en el que aprovechamos para apuntarnos a un curso de idiomas o empezamos a ir al gimnasio… Sí, septiembre es un mes que parece que nos invita a tomar impulso para hacer frente a una nueva temporada, a un nuevo curso o para asumir nuevos retos.
El nuestro, el reto de este periódico del pueblo, es el de seguir siendo un fiel reflejo de la sociedad ruteña. Es un reto que asumimos con responsabilidad y no como meros cronistas de lo que pasa y sucede en el municipio. Lo hacemos con una mirada crítica, fomentando la pluralidad de opiniones y actuando de portavoces de las inquietudes o preocupaciones de la sociedad ruteña. Por eso, queremos aprovechar para comentar algunas de las cuestiones que han protagonizado los últimos treinta días. El arranque del curso se ha llevado a cabo con normalidad, aunque con el estrés de última hora que sufren los equipos directivos de los centros para que todo esté listo. En este sentido, hay que referirse a el IES “Nuevo Scala” y a esas asignaciones de profesorado, por parte de la delegación de Educación, que se estuvieron llevando a cabo hasta el mismo día en que empezaban las clases. Esta cuestión complica la organización y la distribución de aulas y que retrasa la organización del centro. La pregunta es si esto no se podría hacer con más antelación y previsión.
Pero bueno, ojalá todo fuera eso. Más grave es el malestar y la preocupación del profesorado por la pérdida de relevancia de impartir un segundo idioma, como puede ser el Francés. No obstante, es un asunto en el que no nos vamos a detener ahora. Sin embargo, sí queremos hacerlo en relación a un tema que ha salido de nuevo a relucir con el reinicio del curso político. Y es que en el pleno municipal correspondiente al mes de septiembre se volvió a hablar de un asunto que viene ya de largo: la falta de pediatra en Rute. Tras la jubilación del titular que tenía la plaza en el Centro de Salud, el puesto lo ocupó una médica de familia. Una baja por enfermedad, que se prolongó más de los deseado, provocó que en los primeros meses de 2022 las familias se pusieran en pie de guerra y reclamasen un pediatra. Desde la Delegación provincial de Salud argumentaron que no había especialistas para cubrir este puesto. Entonces, estas madres, porque fundamentalmente quienes se manifestaron fueron madres, insistían en que lo que querían era que se cubriese esa baja laboral, más allá del hecho de si el profesional contaba o no con la especialidad en Pediatría.
Más recientemente, en el pasado mes de abril, era la comunidad médica del centro ruteño la que exigía que el área de Pediatría estuviese cubierta. El hecho de no contar con un profesional al frente de este servicio generaba sobrecarga al resto de médicos de familia y el deterioro de la atención sanitaria en la localidad. En esta ocasión, y con unas elecciones municipales en puertas, las del pasado mes de mayo, se buscó una solución que acalló el ruido de la calle. El caso es que, mucho ha llovido desde que los miembros del PP de Rute, ante las puertas del Centro de Salud, reivindicaban a la sanidad andaluza, siendo entonces presidenta de la Junta Susana Díaz, que se cubriesen las bajas laborales derivadas de las vacaciones del personal sanitario. En esta ocasión no se trata de cubrir bajas laborales por vacaciones o por enfermedad de un profesional sanitario, sino de que haya o no servicio.
Por eso, PSOE e IU a nivel local, han vuelto a reclamar en el último pleno municipal que el servicio de Pediatría funcione y que lo haga todos los días de la semana. De hecho, la formación de IU está dispuesta a movilizarse para conseguirlo. El nuevo alcalde, David Ruiz, que ahora ha cumplido cien días al frente del Ayuntamiento, se compromete encontrar una solución definitiva. Quizá ya va siendo hora de que las familias, los sanitarios y los políticos se planten y reivindiquen juntos lo que consideran justo para el pueblo de Rute.
Respecto al balance de los primeros cien días del nuevo equipo de Gobierno del PP, el estado de la economía del Ayuntamiento, el gasto político y la situación del grupo de voluntarios de Protección Civil han sido los aspectos más sonados. Respecto al gasto político, quizás estaría bien que nuestros representantes públicos fueran más allá de que cada cual critique lo que hace el otro, y acordasen cuál es el gasto global adecuado. Luego que cada cual lo reparta, entre liberados o no liberados, como mejor considere; y pasados los cuatros años para los que son votados, que rindan cuentas de su gestión. Sin duda, la polémica ha estado alimentada por esas declaraciones efectuadas antes de la campaña electoral por David Ruiz, cuando dijo que había sido un cogobierno con gran coste en sueldos políticos.
En relación a la situación económica del Ayuntamiento, mientras el actual alcalde saca a relucir un informe de Intervención en el que se hace constar el millón y medio de facturas sin pagar y sin crédito, el socialista Antonio Ruiz contraataca con otro informe de Intervención, en este caso relativo al acta de arqueo, que pone de manifiesto que cuando el anterior equipo de Gobierno dejó el Ayuntamiento había 1,9 millones de euros en las arcas municipales. Ambos datos son ciertos. De sobra es sabido que el presupuesto municipal se aprueba por una cantidad y, tras las sucesivas modificaciones de crédito, el cómputo total de gastos e ingresos es mucho mayor. También es cierto que la situación financiera del Ayuntamiento no está para tirar cohetes, como se diría vulgarmente. Nunca lo negó el anterior equipo de Gobierno y es una obviedad para los nuevos gobernantes.
Respecto a la deuda, también es cierto que durante los mandatos del cogobierno municipal de PSOE-IU ésta ha bajado de doce a tres millones de euros. En este sentido, David Ruiz considera que no es mérito de Antonio Ruiz sino de los planes de ajuste impuestos en su día por el Gobierno central de Mariano Rajoy. Parece que el nuevo equipo de Gobierno del PP ha puesto en marcha una política de contención del gasto. Quizá de toda esta historia, del ritmo al que baja la deuda o de los gastos o servicios que se prestan, lo más importante es que lleve a cabo con transparencia y siguiendo el procedimiento administrativo adecuado. Por tanto, los recortes que lleven a cabo los nuevos gobernantes deberán explicarse bien, pues no siempre los vecinos van a aplaudir que la feria se haga a mínimos o que haya menos actividades culturales o que se recorte en este o aquel servicio público.
Por ahora, los miembros del grupo de voluntarios de Protección Civil han sido destituidos, por unos gastos que el alcalde ha calificado de desorbitados y, según los representantes del PP, difíciles de justificar. De momento, el antiguo jefe y el resto de miembros voluntarios del Grupo de Protección Civil guardan silencio. En definitiva, han sido unos primeros cien días intensos en los que David Ruiz, también, ha puesto en evidencia que las obras de la ampliación del polígono no estaban a punto de comenzar, como anunció el anterior alcalde.
Por otra parte, como decíamos al principio, nosotros también asumimos el reto de seguir fomentando el pluralismo y la participación de todo tipo de opiniones en estas páginas. Consideramos que es importante que quienes se expresan en este periódico lo hagan con libertad y valentía, sin ánimos de embarrar la vida social, sino todo lo contrario, con el sano deseo de contribuir con sus reflexiones u opiniones a una sociedad mejor. Por eso, nos alegra que, sin recibir nada a cambio, algunos de nuestros colaboradores de opinión se sientan en la obligación de expresar públicamente cuestiones que escapan del ámbito puramente local, pero que nos terminan afectando y que reflejan la intoxicación política que sufrimos a nivel nacional. Son cuestiones que comparten muchos ciudadanos sin importar al partido al que voten. También nos congratula volver a contar, después del verano, con columnistas que hablan de ese acto solidario que supone escribir y que con su artículo de este mes nos dejan abiertos varios hilos y temas para el debate.
Para nosotros es un lujo contar con firmas que nos sensibilizan con nuestro patrimonio o nos hablan de lo cotidiano de forma magistral, y nos invitan en este el nuevo otoño a cambiar lo que nos lleve a conseguir aquello que nos haga sentir más libres y humanos, y más felices. Por tanto, sirva este primer editorial para dar las gracias a Sebastián, Francisco David, Justa o Luis por sus valiosas aportaciones y opiniones. En lo que a esta casa respecta, en septiembre hemos seguido siendo portavoces de colectivos como la AECC de Rute, Arapades, los clubes las cofradías locales que celebran en 2023 efemérides destacadas. A todos, sin excepción, nos debemos.

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