Concha Ruiz es condecorada por el Ministerio de Asuntos Exteriores como miembro del equipo de emergencias español

  • Junto a miembros del equipo de emergencias sanitarias ha recibido el máximo galardón que concede el Ministerio por la labor humanitaria llevada a cabo tras el último terremoto de Turquía

La anestesióloga ruteña en su lugar habitual de trabajo

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha condecorado con la Orden del Mérito Civil al personal del Equipo de Emergencias START, del que forma parte una profesional de Rute, la médica y anestesióloga Concha Ruiz Villén. Este grupo lo conforman ciento noventa y cinco sanitarios y especialistas, popularmente conocidos como “chalecos rojos”. La condecoración se ha concedido por la labor llevada a cabo en el mes de febrero pasado, cuando este equipo estuvo destinado a atender a la población afectada por los terremotos que se produjeron en el sur de Turquía.

  • Otro terremoto durante la estancia del START español provocó que hubiera escasez de material sanitario y comida

Algunos los miembros del equipo START, que se integra en la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), ya habían sido reconocidos en 2019. En aquella ocasión se les otorgó la Orden del Mérito Civil, por su labor desarrollada en Mozambique (África). La médica ruteña también formó parte de esa expedición. Por eso, en esta ocasión, a ella, como al resto del equipo, se les ha otorgado la máxima distinción posible, la Orden de Isabel la Católica. Ruiz trabaja en el Hospital Reina Sofía desde 1997. En concreto, ejerce como anestesióloga de la Unidad de Anestesiología y Reanimación. Además, lleva más de una década cooperando en distintos proyectos humanitarios, en países como Tanzania o Ecuador.

En el caso de Turquía, el equipo de emergencias sanitarias se desplegó en menos de setenta y dos horas, y en cuarenta y ocho horas más ya habían instalado el hospital de campaña y el quirófano estaba operativo. Así pues, ha sido la segunda vez que se ha desplazado el equipo de emergencias español. Según la médica ruteña, ha sido una experiencia “más dura, a pesar de ir mejor preparados”. El escenario de actuación era “tremendo”, según lo describe. Se encontraban en la “zona cero” y eran los únicos referentes sanitarios. De hecho, fue el primer hospital no militar que se posicionó en el lugar. Por ello, los profesionales se vieron en la obligación de hacer “un poco de todo”.

Por si fuera poco, durante su estancia tuvo lugar otro terremoto de intensidad considerable. De hecho, el equipo quirúrgico estaba inmerso en esos momentos en una intervención, y se vio abocado a recibir de forma urgente a nuevos afectados. La situación les desbordó y provocó que se quedasen sin materiales. Por fortuna, a través de las autoridades turcas, la Embajada y los servicios de Bomberos, se pudieron rescatar materiales sanitarios, fundamentalmente de traumatología, procedente de algunos hospitales afectados por el terremoto.

Sin duda, fueron “momentos tremendos” recuerda Concha Ruiz, porque encima comenzó a llover intensamente, y eso complicó aún más las tareas de emergencia. Hubo que hacer “un esfuerzo titánico”, con pocas horas de sueño, temperaturas de menos nueve grados, y un ritmo de trabajo acelerado, con objeto de poder ofrecer la máxima ayuda posible y salvar al mayor número de gente. Además, los miembros del equipo también sufrieron la escasez de comida. En este sentido, contaron con la ayuda prestada de la fragata marina de Galicia, que les proveyó de alimentos.

Por todo ello, Concha Ruiz, afirma que ha sido una prueba de fuego para el equipo START, aunque están “muy satisfechos” del trabajo que pudieron llevar a cabo. De ahí que reciba estos reconocimientos “con gran alegría”. A su juicio, supone hacer visible una labor de ayuda humanitaria que considera “necesaria”. Según Albares, “muy pocos países en el mundo son capaces de esto”. El ministro ha sacado pecho de este equipo surgido para mejorar la calidad de la respuesta española ante catástrofes y emergencias, y con el que España “ha dado un salto cualitativo en nuestra capacidad de respuesta humanitaria, cada vez más solicitada”.

Los integrantes del START forman parte del Sistema Nacional de Salud de varias comunidades autónomas, aparte de haber expertos en logística, bomberos y profesionales del apoyo psicosocial. Además, son apoyados por especialistas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). El START se creó en 2016 y su principal seña de identidad es que está pensado para ser movilizado en un plazo de 72 horas. Para ello, hay toda una serie de profesionales del Servicio Nacional de Salud de distintas especialidades y categorías. Tras pasar por un proceso de selección, entran en una “bolsa” a la que recurrir en caso de que haya que proceder al despliegue.

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