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Han sido casi la totalidad de los más de sesenta que han recibido este año el sagrado sacramento en Rute
La celebración en localidades como Rute de la procesión del Corpus Christi ha coincidido con las elecciones andaluzas. Siguiendo el calendario litúrgico, la festividad del Corpus tiene lugar el jueves siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad. Su vez, ésta se lleva a cabo el domingo siguiente a Pentecostés (sesenta días después del Domingo de Resurrección). En ciudades como Granada, ese jueves es día festivo local. En municipios como Rute, donde es día laborable, la procesión de la Custodia se pospone al domingo siguiente. A esta efeméride se ha sumado en los últimos años la recuperación de la llamada Octava del Corpus, justo una semana después.
Pese a no ser día festivo, y aun solapándose con la jornada electoral, la festividad se ha recuperado en toda su esencia tras la pandemia. En torno a cincuenta niños y niñas desfilaron ante la imagen de la Custodia por las calles céntricas del pueblo. Eran casi la totalidad de los más de sesenta que han recibido la Primera Comunión este año, entre el casco urbano y las aldeas. Asimismo, el cortejo contó con el acompañamiento de la Banda Municipal, así como representantes de las hermandades y cofradías de Pasión y Gloria adscritas a la parroquia de Santa Catalina. Desde que se recuperó la Octava del Corpus, las de San Francisco de Asís salen al domingo siguiente.
- Esta vez sólo ha habido dos altares, uno de la real archicofradía de Nuestra Señora del Carmen y otro de la hermandad del Abuelito
Como también es habitual en este día, a lo largo del recorrido no faltaron los tradicionales altares, aunque haya sido en menor medida que en años anteriores. En esta ocasión, sólo había dos. Uno era el de la real archicofradía de Nuestra Señora del Carmen, situado en la plaza del mismo nombre, frente al Ayuntamiento. Lo conformaba un cuadro de Santiago Apóstol que se halla habitualmente en el santuario de la Patrona y lo presidía una reproducción en pequeño de la Virgen del Carmen, además de los motivos típicos de los altares, como el pan, las uvas, la Biblia o el cáliz.
El otro altar estaba en la confluencia de la calle Bonilla con Juan Carlos I y el Paseo Francisco Salto. Ahí suele ubicarlo la hermandad del Abuelito. En este caso, lo presidía una imagen de la Virgen de la Encarnación que se encuentra en San Pedro, además de otros cuatros de la ermita. Asimismo, del adorno floral se había ocupado José Manuel Caballero.