Artística-mente

La herida está abierta. Esta situación trasciende los parámetros ‘lógicos’ de nuestro bienestar. Un solo día de restricciones supone un día menos de nuestra vida como seres libres. Con esto no quisiera restarle ni un mínimo de importancia a la realidad. No estoy negando la evidencia de la enfermedad y el modo de actuar contra ella, ahora no. Nos ha tocado vivirla que bastante bien hemos estado. Ahora estoy hablado del aspecto más básico, más carnal, ese del tiempo que no vuelve y solo te regala el momento y aquí, en el momento es cuando hablamos de lo que hemos perdido. Si pensáramos solo en el momento, quizáspodríamos decir que todo esto ha sido en balde si tenemos en cuenta que nunca volverán esos momentos no vividos, los abrazos y los besos no dados, las caricias y la plenitud del lecho recién descubierto.
Es un continuo recurso de mis desvelos pensar en todos esos creadores que, enjaulados, decidieron, quizás erróneamente, alejarse de un mundo de fantasía como es el mundo del arte, ese que poco da de comer. Es la paradoja perfecta, un mundo que engrandece el alma y estrecha el bolsillo. ¿Sabia indecisión?
Siento un profundo malestar intrínseco ligado a mi forma de ver la vida. Necesitamos enamorarnos, necesitamos vivir la utopía del arte en el día a día como única forma de humanizar nuestros ambientes. Nos surtimos de melodías que nos acompañan en cada momento, de frases que resultan inspiradoras, fruto de lasreflexiones de los grandes pensadores en subúsqueda de la ‘verdad’; necesitamos las palabras del escritor que plasma vidas paralelas que amortiguan la nuestra para así, poder ver las posibilidades que nos ofrece el hecho de estar vivos. Vivos en cuanto respiramos y podemos pensar y ya con esto, quizás baste para reinventarnos en un mundo caótico y preciso, ambicioso, egoísta y a la vez generoso, peculiar como la humanidad en sí misma. La ambigüedad de la virtud,de la servidumbre y de la libertad en tiempo de caos.
Amo al arte en todas sus facetas y con él, amo el amor, amo el amar y amo el placer que produce la expresión artística.

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