Arranca la Semana Santa en Rute con un tiempo soleado y primaveral

  • El cambio principal de este año ha estado en la cofradía de la Vera Cruz, que empezó y terminó su salida procesional Santa Catalina por las obras de su ermita


Galería comienzo de la Semana Santa 2019

La Semana Santa de Rute ha comenzado con un tiempo primaveral, casi veraniego en buena parte del Domingo de Ramos. Se da la circunstancia de que las tres primeras salidas, si se incluye el Vía Crucis del Viernes de Dolores, se vieron condicionadas el año pasado por la lluvia. Ni este Vía Crucis ni la Borriquita salieron a la calle y la cofradía de la Vera Cruz se vio sorprendida por el aguacero. Esta vez no ha sido así. El Vía Crucis que organiza la hermandad del Abuelito discurrió en esta ocasión por las calles Cabra, Julio Romero de Torres y el Cerro hasta volver a la ermita de San Pedro.

  • Pese al cambio, Jesús Amarrado a la Columna y la Virgen de la Sangre desfilaron en paralelo con iluminación de antorchas en el tramo final del recorrido

En la mañana del Domingo de Ramos la primera procesión propiamente dicha fue la de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén. Conocida popularmente como la Borriquita, es una procesión luminosa, familiar en cierto sentido. No en vano, siempre se ha dado protagonismo a los niños, animando a que vistieran de hebreos. Sin embargo, cada vez se les ve menos así. En cambio, desde que la cofradía estrenó los trajes de nazarenos en 2010, sí son bastantes los pequeños que reproducen esta indumentaria de los adultos.

La imagen de Jesús (que estrenaba túnica) a lomos de “la Pollinica” contó con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores Humildad y Soledad de La Rambla-Santaella. Como es costumbre, uno de los momentos más entrañables se vivió poco después de la salida, cuando el paso se acercó a la calle Portugueses, donde estaban los ancianos de la residencia Juan Crisóstomo Mangas. También son llamativas las “levantás” de los jefes de trono a los costaleros que van por dentro.

A las tres de la tarde, la procesión estaba de vuelta en Santa Catalina. Desde allí saldrían tres horas después las imágenes de Jesús Amarrado a la Columna y la Virgen de la Sangre. Las obras en la ermita de la Vera Cruz han obligado a este traslado. La inversión necesaria para ello llevó a la cofradía a optar por una sola banda para su estación de Penitencia. Ha sido la de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Expiración de Jaén. Hasta la calle Fresno desfiló entre los dos pasos. Pero a partir de la Guitarrilla se adelantó para que las imágenes bajaran juntas por el Cerro.

Como nota curiosa, al igual que ocurre con la Santa Cruz en mayo, varias mujeres hicieron de costaleras llevando el trono de la Virgen. Con un recorrido recortado, la comitiva llegó a Santa Catalina sobre las diez de la noche. Pese al cambio, se repitió el momento del tramo final en que se apaga el alumbrado público para que las dos imágenes desfilen en paralelo con la única iluminación de las antorchas.

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