-
Durante tres noches seguidas el Paseo Francisco Salto acoge otras tantas actuaciones que combinan talleres, juegos malabares y propuestas cercanas al teatro
En los últimos años el mundo del circo se ha reinventado, fusionando propuestas que lo acercan al teatro. Una buena muestra de esa metamorfosis se puede ver en Rute durante todo un fin de semana. El Paseo Francisco Salto acoge hasta el domingo 21 el festival Cirkómico. Se trata de una iniciativa promovida por la compañía Hermanos Moreno y auspiciada por el área de Cultura de la Diputación de Córdoba. Tras la presentación en el “Patio Blanco” del Palacio de la Merced, sede de la institución, a lo largo del mes Cirkómico lleva actuaciones de diversas compañías a diez municipios de la provincia.
Las de Rute abren con los “Talleres de circo en familia”, a cargo de la compañía Circo Flamante, el viernes. Se ha adelantado a las nueve y media de la noche, mientras que el horario de las dos siguientes es las diez, el sábado con “La vida loca”, de la compañía Pajarito, y el domingo, con “Diábolo classic metal”, de Los Hermanos Infoncundibles. En todos los casos, siguiendo la filosofía de Cirkómico, son actuaciones y talleres para toda la familia y para que el público interactúe. La concejala de Cultura, Ana Lazo, ha confirmado ese carácter intergeneracional de la propuesta. Lazo espera que sea tan bien acogida como en los municipios que ya la han disfrutado.
- Más que un circo al uso, se trata de actuaciones y talleres para toda la familia y para que el público interactúe
Para abrir boca y dar a conocer la oferta, los tres responsables de Hermanos Moreno han hecho un pequeño pasacalles por el centro. Jesús “Lápiz” ha comprobado cómo en los talleres coinciden generaciones que habían practicado juegos como el diábolo y ahora los rescatan y comparten la experiencia con sus nietos. Según ha explicado, entre el circo tradicional de animales y el popular Circo del Sol hay tanta diversidad de alternativas como las personas que están detrás. De ahí que tenga “tanta riqueza”.
Ignacio “Güili” coincide en que hay que romper estereotipos, entre los que está esa idea errónea de que el circo es sólo para niños. A esa variedad de atracciones, “Pepeciclo” añade que este tipo de circos ya no se encierra en recintos como las carpas, sino en espacios públicos y abiertos como plazas o el Paseo Francisco Salto. Ello propicia el encuentro, a veces “inesperado”, con un espectáculo “que sorprende y emociona”.
