Concluye el año agrícola en Rute con 777 litros de agua y con uno de los veranos más calurosos de los últimos años

Victoria Marín junto a la zona de los registros meteorológicos

Victoria Marín junto a la zona de los registros meteorológicos

Hace unos días ha comenzado el nuevo año agrícola. Este se inicia cada 1 de septiembre y se prolonga hasta el 31 de agosto del siguiente año. Es por ello que la responsable de los registros meteorológicos en el municipio, Victoria Marín, ha hecho balance  tanto de las lluvias caídas durante dicho año como de las máximas y mínimas registradas. Un año que ha concluido con un total de 777,2 litros por metro cuadrado. Según Victoria Marín la media de agua que se recoge en nuestra localidad  se sitúa en torno a los 600 litros. Marín ha aprovechado, la ocasión, para recordar los años más lluviosos de las últimas dos décadas. Se ha referido al año 95-96 cuando cayeron 1.002 litros. Igualmente  significativo fue el siguiente año, el 96-97, cuando se recogieron 955 litros. Fue por aquel  entonces cuando  “vimos el embalse del Pantano de Iznájar lleno”, recuerda Victoria Marín.

También fueron lluviosos los años  76-77 con  895,4 litros; el  89-90 con 788 litros o el 89-90 con 795. Por contraste destacar los años con mayor escasez de lluvia. En concreto durante el  año 98-99 se registraron tan sólo 285 litros y durante  el año agrícola 2004-2005  el agua recogida por lluvia se quedó en 258 litros. Respecto a las temperaturas Victoria Marín ha dicho que “este ha sido uno de los veranos más calurosos de los últimos años”. No tanto por el hecho de que se hayan dado las máximas temperaturas sino por la coincidencia de que haya habido muchos días seguidos de temperaturas elevadas que no han bajado de los  38 grados.

En el mes de julio, el día 25,  se registró la máxima de este año con 39,5º. Sucediéndose en los siguientes días  temperaturas de 38, 37 o 36 grados. En agosto se ha mantenido la misma tónica. Algo más bajas pero con muchos días seguidos de calor. Respecto a las mínimas  han girado en torno al umbral del sueño que está en los 21 grados. Todo esto ha hecho que suframos un verano realmente caluroso.

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