Carrera admite que se envió varios días a Rute un autobús con menos plazas pero pide un mejor comportamiento de los escolares

La empresa Carrera ha calificado de “pequeño malentendido”, por razones “de fuerza mayor”, la polémica que ha rodeado al autobús que traslada a los escolares de las aldeas de Rute hasta el IES Nuevo Scala y el colegio Fuente del Moral. Según los datos de los centros educativos de Rute, existen 80 alumnos matriculados de las aldeas. Sin embargo, el gerente de la empresa, Antonio Carrera, afirma que normalmente en el autobús “se suben menos”. Por eso, el día 19, al averiarse el vehículo de dos plantas y 79 plazas, que habitualmente hace el servicio, se envió otro de menor capacidad. Carrera sostiene que preguntaron al conductor y no comunicó ninguna incidencia y que los padres no dijeron nada al director del instituto hasta el día 21, “pero éste, en vez de avisar a la empresa, mandó un escrito a Córdoba, al ICE, que controla el transporte escolar”.

Mientras desde la capital le notificaron el problema, él no se enteró “hasta el día 26 de todo el follón”. Fue entonces cuando se puso un segundo coche, afirma, insistiendo en que los conductores tienen orden de avisar si es necesario, “porque lo de la matriculación es muy relativo”. Que haya ochenta alumnos de las aldeas “no significa que todos se desplacen en autobús”. Es más, plantea incluso la posibilidad de que un alumno se matricule, quede registro de esa matrícula “y no vaya en todo el curso”. Habitualmente, por tanto, el control de los que suben se hace “a ojo”. Antonio Carrera insiste en que ni el centro, ni los padres ni el chófer le habían comunicado nada, y que sólo supo del problema cuando ese día 26 el autobús llegó a Zambra “y los niños no querían subir”. Hasta entonces, “lo sabía todo el mundo menos la empresa”.

El gerente ha reiterado que, ante cualquier inconveniente, “basta con hacer una llamada”. Asimismo, aclara que no tienen la obligación de fletar un autobús de ochenta plazas, “sino cubrir el servicio”. Pese a que dicho servicio ha de ser atendido en función de un dato concreto, el del número de alumnos matriculados, piensa que ese dato “no es real en la mayoría de los casos”.

Una vez que el vehículo habitual ha pasado la ITV, la empresa da por solucionado el tema. De lo que sí se ha quejado Carrera es del comportamiento de los propios escolares. Al tratarse de un autobús de dos plantas, el conductor “no puede ver qué sucede en la parte de arriba”. De hecho, en alguna ocasión ha tenido que parar en mitad del recorrido y advertir a los muchachos “porque no lo dejaban desempeñar su trabajo en condiciones”. El gerente ha señalado que lleva años solicitando “por escrito” un monitor, “pero siempre han dicho que no hay dinero”.

Respecto a la velocidad con que se conduce, ha sentenciado que no conoce “a nadie que vaya a 110 por la carretera de Rute”. Pero es que además el autobús dispone de un limitador “que impide que el vehículo supere los 99 kilómetros por hora”. Aun así, el autocar “nunca” llega al instituto antes de tiempo, a pesar de que “tiene que cubrir luego otra vez esa ruta con los de Primaria”. De ahí que no vea razón “para las amenazas de algunos padres”.

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