Quisco Rovira deja el equipo infantil del Rute Calidad para fichar por el Séneca cordobés

Quisco Rovira en uno de los partidos que ya ha  jugado con la camiseta “rojinegra” del Séneca

Quisco Rovira en uno de los partidos que ya ha jugado con la camiseta “rojinegra” del Séneca

Cuando la directiva presidida por Juan Félix Montes tomó las riendas del Rute Calidad hace algo más de tres años, partían con un objetivo prioritario: consolidar el fútbol base en el municipio y crear una cantera que nutriera en un futuro al equipo senior. Éste, de hecho, no ha llegado hasta la presente campaña y los resultados no están acompañando todo lo deseable. El debut en competición y sobre todo un goteo de lesiones ha desembocado en que el grupo entrenado por Andrés Piedra ocupe los puestos de descenso. Pero si el equipo senior no funciona en cuanto a resultados, para el resto de secciones sólo caben elogios. No se quedan en el ámbito local. Ojeadores y técnicos de la provincia e incluso de fuera de Córdoba se han fijado en algunas de las “perlas” ruteñas.

Hasta ahora el principal fichaje que ha cristalizado ha sido el de Quisco Rovira. El hasta hace poco defensa central del equipo infantil ha sido fichado por el Séneca. Al club cordobés le llamó la actuación del ruteño. No es habitual que los ojeadores de la capital hagan rondas por la provincia para observar los valores en ciernes. La excepción llega justo en los primeros meses de la temporada, cuando se están conformando las selecciones provinciales.

Los técnicos del Séneca vieron a Rovira en un encuentro amistoso disputado en Lucena. Curiosamente, era un partido de categoría cadete, superior a la suya. Se pusieron en contacto con la familia, en principio para que entrenara tres lunes con ellos. Fue la prueba definitiva, con decisión inmediata. El primer fin de semana le comunicaron que si el Rute le daba la carta de libertad podía irse con ellos. Desde el club no se puso ningún impedimento. Su entrenador en estos últimos años, Juan José Porras, señala que la filosofía es no cortar la proyección de ningún jugador. Además, el Séneca es “uno de los mejores equipos de la capital” a la hora de formar chavales. La confirmación llegaba a primeros de noviembre, incorporándose de manera oficial a las filas del club cordobés. Desde entonces acude a la capital tres tardes en semana. Para el viaje, se han puesto de acuerdo con las familias de otros dos chicos de Benamejí y Lucena, de modo que cada día los lleva un padre a los tres.

De momento, se está acostumbrando a este ritmo “muy intenso”. Vuelve a Rute sobre las nueve de la noche, ha de compatibilizar los estudios con los desplazamientos para entrenar, además de los partidos del fin de semana. Pero se siente a gusto con esta nueva experiencia y con sus actuales compañeros.De lo que se ha encontrado hasta ahora le ha llamado la atención las instalaciones, la organización del club y que todo está “muy planificado”. Cada sección cuenta con dos entrenadores, preparador físico y fisioterapeuta.

La llamada del Séneca no ha sido casual. Hace tiempo que Rovira venía despertando la atención. Juan José Porras lo ha entrenado desde que era alevín de primer año. Entonces jugaba “muy poco” por su falta de experiencia y su escasa estatura para la edad que tenía. Tras el segundo año en alevines, volvió a ponerse a las órdenes de Porras en el equipo infantil. En ese intervalo, su cuerpo había empezado a transformarse. Destacaba por su poderío físico “y el manejo de la pelota, tácticamente es un buen jugador”.

El técnico cree que aún debe mejorar aspectos como soltar antes el balón, “pero es que aquí había mucha dependencia hacia él”. Respecto a su corpulencia, Porras recuerda la anécdota ocurrida en Montalbán. Nadie creía que fuera un jugador de edad infantil. El árbitro les llegó a confesar que tenía cuerpo “para jugar en un equipo juvenil y apurando incluso en uno senior”. Sobre sus propias cualidades, aunque tiene condiciones para ocupar más de una demarcación, donde más a gusto se siente es “en el centro de la defensa”. No se reconoce en ningún jugador de élite, pero confiesa que le gustaría acabar pareciéndose a Pepe, el central del Real Madrid. Con los pies más en el suelo y a corto plazo, espera seguir progresando y acoplándose al equipo. Por ahora, no le puede ir mejor.

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