Durante el último fin de semana de julio, del viernes 26 al domingo 28, Rute ha vuelto a acoger el IV Mercado Medieval. De nuevo ha estado instalado en el Paseo Francisco Salto. Al cabo de estas cuatro ediciones, la iniciativa parece asentarse en estas fechas. Pese al calor, al celebrarse por la tarde-noche, se ha comprobado que el público que visita el mercado puede complementarse con el que acude el último domingo del mes al traslado de la Virgen del Carmen. Durante los tres días ha habido talleres, actividades de cetrería o representaciones de luchas medievales entre caballeros, que han hecho las delicias sobre todo de los más pequeños. En este sentido, Lali Morales, representante de “Artesanos Reunidos”, la empresa promotora de este mercado medieval, destacaba que la idea era renovar la oferta cada día. De esta forma, quien lo deseara podía acercarse las tres jornadas sin encontrarse siempre lo mismo.
En los talleres explicativos se ha enseñado, por ejemplo, el trabajo artesanal con materiales como el cuero. Según Morales, aunque la oferta del mercado está pensada para todas las edades, los talleres se han enfocado para los más pequeños, con objeto de que conozcan antiguos oficios. Asimismo, el mercado ha contado con 25 expositores, donde literalmente se podía adquirir de todo, desde esos productos artesanales a plantas medicinales, comida o bebida. Todos tenían el aliciente del trabajo hecho a mano, pero eso no significa que sean especialmente caros. De hecho, Morales asegura que al mercado llevan productos con precios “para todos los bolsillos”. Incluso se intenta premiar a aquellas personas con menos posibilidades económicas, “pero que sienten más curiosidad por este género”-
