Imagen publicada en el Diario Córdoba con los familiares de la joven portando el féretro
La joven, C.R.R., que fue tiroteada el 12 de septiembre del 2006 en Rute por su novio, falleció el domingo 30 de agosto en la capital. Según ha relatado al Diario Córdoba uno de sus abogados, José Antonio Capilla, la muchacha no ha podido sobrevivir a las graves secuelas de aquellos tres disparos. Cuando se produjeron los hechos, la joven era menor de edad (tenía 16 años). Natural de Córdoba, residía en el Centro de menores de la Fundación Valeriano Pérez de Rute, en la calle Pedro Gómez. Este centro es gestionado por la Junta, bajo cuya tutela se hallaba la víctima. Precisamente, cuando regresaba esa noche al centro, acompañada de una amiga, recibió tres disparos de bala en el muslo y el abdomen por parte de su novio, M.G.R., un joven ruteño de 23 años y con el que la agredida llevaba saliendo aproximadamente un año.
Una de las balas le afectó a la segunda vértebra lumbar tras atravesarle el abdomen y eso le provocó lesiones neurológicas irreversibles por las que quedó parapléjica, según indica el abogado al citado periódico. La joven pasó de ser una chica normal a una persona dependiente, atada a una silla de ruedas las 24 horas del día “y con constantes y fortísimos dolores”. También se vieron afectados varios órganos vitales como el hígado y el riñón.
Además de la familia, la Junta de Andalucía se personó como acusación particular en esta causa por violencia de género. Pocos días después de los trágicos hechos, la asociación pro derechos del niño y niña (Prodeni) criticó la actuación de la Administración regional porque, a su juicio, no había velado por la menor, que fue agredida en las mismas puertas del centro donde estaba acogida.
Por su parte, el acusado, M.G.R., que se entregó en el puesto de la Guardia Civil de Rute el mismo día de los hechos, permanece ingresado en la cárcel desde entonces y a la espera de juicio. Está acusado de homicidio en grado de tentativa y será juzgado por la Audiencia Provincial de Córdoba, después de que el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Lucena trasladara la causa a la instancia superior.
La muerte de la joven sitúa ahora el caso en un nuevo panorama judicial, una vez que se comunique el fallecimiento a los juzgados. Se abre la vía de que los abogados de la joven quieran cambiar el delito de homicidio en grado de tentativa a asesinato y que la fecha para la celebración del juicio sufra algo más de retraso.
