Macrobulos

El estreno de un nuevo año puede ser un buen momento para proponerse nuevos retos. Tal vez la mínima frontera que separa la Nochevieja del Año Nuevo nos parezca un territorio un tanto simbólico, pero no cabe duda de que nos ofrece una oportunidad real de empezar de cero y tomar decisiones que puedan cambiar el curso de nuestro devenir diario, de corregir ciertos aspectos de los que no estamos muy orgullosos. Algunos estamos en ello. Otros no tanto. Y es que se ha generalizado en la derecha política de este país inventar bulos en busca de enardecer a su insaciable audiencia. Una pulsión de odio que se ha ido fraguando a fuego lento durante estos años de gobierno de coalición y que, a las más mínima, es lanzada sin sentido como si se tratase de alimentar a sus hambrientas fieras. Que las declaraciones del ministro Alberto Garzón defendiendo un modelo de ganadería sostenible sean motivo de encendidos debates que han llegado incluso a plenos de ayuntamientos, nos hace ver lo bien que tienen montada su estrategia de mentira y desprestigio. Y esto de Garzón no es nuevo. Más alla de esta última fantochada, desde las filas derechistas del país se han alimentado informaciones falsas radicalizando un discurso que en nada beneficia al común del ciudadano.
Pero este problema de los bulos esconde un trasfondo muy importante. El de unos medios de comunicación adosados al sistema de la mentira que poco o nada hacen por cotejar semejantes mamarrachadas. Su dedicación es exclusiva hacia estos postulados y ni siquiera se molestan en contrastar la información que les hacen llegar. De auténtica pena. La verdad importa un pimiento. Si una mentira es algo lamentable, que la difundan los que viven de gestionar la información es ya para nota.
Pero no se preocupen, por suerte todavía hay gente que piensa y no se deja engañar por estas polémicas tan artificiales prefabricadas por la derecha política española. Dijo Aristóteles que para un buen entendimiento entre personas se necesita una tabla lisa en la cual no haya nada escrito. Pues eso. Que dejen de escribir y difundir mentiras. Todos nos entenderemos bastante mejor, que de eso se trata. O así lo pensamos nosotros.

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