Momento en que el portavoz socialista abandonó el salón de plenos
El Ayuntamiento de Rute en pleno ha aprobado las cuentas para el ejercicio en curso, rompiendo así la dinámica de los últimos años de aprobarlo a finales. El presupuesto asciende a 9.668.444 euros, siendo los capítulos de personal, gastos corrientes e inversiones los más elevados con partidas de 3.596.470, 2.041.652 y 585.225 euros respectivamente. Respecto a los ingresos, las principales fuentes de financiación del Ayuntamiento las constituyen los impuestos municipales y las transferencias que recibe de otras administraciones. Este punto contó con el voto en contra del partido socialista, que los considera “inflados e irreales”, pues, según dijo el portavoz socialista, Antonio Ruiz, “se dice que se van a gastar menos de lo que realmente gastan”. Ruiz hizo alusión al informe de Intervención en el que se afirma que existe un desfase “imprudente” entre lo que han reconocido y lo que esperan recaudar.
Por el contrario, el concejal de Hacienda, Santiago Freire, afirmó que si bien las “previsiones de ingresos en alguno capítulos son optimistas en su gran mayorías son realistas”, pues hay dos realidades innegables: por una parte, es totalmente cierto que se están actualizado miles de unidades catastrales que supondrán un nivel de ingreso importante, por el concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles, por tanto, “las previsiones de recaudación en concepto de IBI no están infladas”. Freire destacó que en la actual legislatura “no se ha solicitado ni un sólo préstamo” y que la deuda ha pasado de ser de 4.566.000 (en 2002) a 2.956.209 euros (en 2006), estando previsto que se rebaje aún más en 2007 hasta 2.441.841 euros. Por su parte, el portavoz popular, Agustín Reyes, votó a favor y felicitó al equipo de gobierno por lo que considera una buena gestión con la deuda, Con todo, la votación de este punto arrojó luz sobre la división interna en los populares de Rute, ya que al voto afirmativo de Reyes se contrapuso la abstención de su compañero Mariano Ramírez.
El debate político quedó una vez más subordinado a la crispación. El ambiente comenzó a caldearse cuando el concejal socialista, Nicomedes Rodríguez, preguntó al secretario de la Corporación si era conocedor de que una de las subvenciones que se solicitaba era para una obra que ya estaba ejecutada. A partir de ahí se desvió el debate político y comenzaron un cúmulo de reproches: el alcalde molesto por las insinuaciones terminó con alusiones personales contra el portavoz socialista y los puntos del pleno pasaron a segundo lugar. Comenzaron los reproches y salió a relucir el proceso abierto que existe contra dos concejales socialistas por el reparto de panfletos insultantes. El portavoz socialista Antonio Ruiz aseguró que el caso había sido archivado, pero su homólogo del PP, Agustín Reyes, señaló que sí había existido proceso, calificando de “indecibles” las cosas que aparecían en tales panfletos y tachando a los ediles socialistas de “impresentables”. Llegado este punto, Ruiz se levantó y abandonó la sala.
