El Rute Calidad estrena su casillero de victorias a costa del hasta ahora líder, Hornachuelos

Dani anotó de tiro cruzado el cuarto gol  ruteño, tras una brillante jugada personal

Dani anotó de tiro cruzado el cuarto gol ruteño, tras una brillante jugada personal

Han tenido que pasar cuatro jornadas para que el Rute Calidad consiga su primera victoria en liga, 5-4 frente a Hornachuelos. Tras dos derrotas abultadas ante Bujalance y Castro del Río, el conjunto dirigido por Andrés Piedra ya experimentó síntomas de mejoría en el tercer partido. Fue en la visita a Fuente Palmera. Los ruteños se retiraron al vestuario con dos goles de ventaja. Sin embargo, luego, en la segunda mitad, no fueron capaces de mantener el resultado y acabaron cayendo por 3-2. Ese atisbo de recuperación se materializó en el segundo partido en casa. Llegaba Hornachuelos, con la vitola de ser colíder de la competición, junto a Castro del Río, verdugo del Rute dos semanas antes en el debut en el Nuevo Estadio Municipal de Las Huertas. Si los castreños habían mostrado empaque para optar al ascenso, Hornachuelos dejó muchas dudas sobre si la clasificación ha hecho justicia a su juego.

Desde el principio, el choque se decantó del lado local, gracias a los tempraneros goles de Antoñito y Estebi. Para Antoñito, el tanto tuvo un sabor agridulce, ya que a los pocos minutos se retiró lesionado. Al menos, le queda el consuelo de que ya había cumplido. Con un 2-0 no faltó quien pensara que al fin se iba a disfrutar de una tarde tranquila. Sin embargo, el triunfo fue más sufrido de lo previsto. Sin desplegar un gran juego, Hornachuelos creaba peligro cada vez que atacaba, merced a las facilidades de la defensa ruteña, que aún precisa de muchos ajustes. Así, recortaron distancias sobre la media hora, de penalti. Antes del descanso, Raúl volvería a poner la tranquilidad con el 3-1 al anotar su primer tanto, en jugada personal.

Nada más volver de los vestuarios, una falta escorada apretaba de nuevo el marcador. Dos jugadas aisladas a balón parado habían bastado a los visitantes para generar inquietud en la parroquia local. Porque además daba la sensación de que había tiempo por delante y el líder empataría si los ruteños no marcaban algún gol más. Pero Dani no estaba dispuesto a que esa ventaja se esfumara. El mediocentro ruteño es de esos jugadores que algunos catalogan de “diferentes”. Cada vez que el balón pasa por sus botas se espera que ocurran cosas. Cuando peor se presentaba el panorama, decidió coger galones. Recibió de espaldas, encaró y batió al meta visitante de tiro cruzado.

Apenas hubo tiempo de disfrutar ese 4-2 que parecía decisivo. Y en un nuevo despiste defensivo, Hornachuelos empataba un encuentro que, por juego, merecía ganar Rute. Ver para creer: cuando Estebi falló un mano a mano cantado, la gente pensó que esta vez tampoco sería. Para entonces el choque había degenerado en un correcalles, con llegadas vertiginosas a cada área. En una de ellas, la suerte sonrió al fin. Dani abrió a la izquierda a Manolo Córdoba. El veterano jugador ha perdido la velocidad y la forma de años atrás, pero conserva la habilidad y el regate. Se zafó de cuantos le salieron al paso para servir a Raúl el 5-4 definitivo, segundo en su cuenta, ante el delirio general.

El lateral derecho y bigoleador reconocía que, tras las dos primeras goleadas, el equipo ha estado atenazado por la ansiedad “y costaba mucho levantar cabeza”. De ahí que se complicara un partido que debían haber sentenciado antes. Tampoco se olvida de que apenas han hecho pretemporada, entrenando además en el campo de fútbol 7. Ahora, cree este triunfo es “fruto del trabajo en equipo” y, más allá de los tres puntos, va a servir para “intentar superarse” y tener “más ilusión”.

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