El Comité Español de Acnur trae a Rute “La Semana por la Población Refugiada” para concienciar sobre la situación de estas personas

Los escolares de Primaria se concienciaron de la situación de los refugiados a través de una obra de teatro de títeres

Los escolares de Primaria se concienciaron de la situación de los refugiados a través de una obra de teatro de títeres

Del 23 de marzo al 1 de abril se celebra en Rute la Semana por la Población Refugiada. Está organizada por el Comité Español de Acnur (el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados). Cuenta con la colaboración de varias entidades, entre ellas el Ayuntamiento de Rute. En estos días se van a ofrecer actividades de concienciación de diversa índole: la obra de teatro “Caminos rotos”, para los estudiantes del Instituto; la obra de títeres “El rescate de Babá”, para los escolares de Primaria; y dos exposiciones: “Jóvenes refugiados” y “La vuelta a casa”. Ambas muestras se pueden visitar en la sala de exposiciones del Edificio de Usos Múltiples. La semana se completa con un cine-fórum que incluye la proyección de dos películas: “Las tortugas también vuelan”, el día 29, y el 31 “In this world”. La concejala de Servicios Sociales, Ana Lazo, ha destacado la importancia de la solidaridad “en los tiempos que corren”. A la crisis económica se ha sumado cierta “pérdida de valores”. Por eso, hace unos meses desde el Ayuntamiento se apostó por organizar en Rute una campaña de este tipo.

La delegación andaluza del Comité de España con Acnur se dedica a buscar fondos a través de organizaciones públicas y a realizar campañas de concienciación. Las actividades programadas en Rute se financian y se encuadran en un proyecto a nivel autonómico que abarca hasta finales de este año. Según ha explicado uno de sus miembros, Francisco Cacheira, con frecuencia se asocia el término refugiado a causas políticas, pero abarca otros conceptos como la religión, la elección sexual o la práctica de la ablación. Ahí entra en acción Acnur, que estudia cada caso, para “aconsejar” al país de destino que se otorgue a una persona la condición de refugiado. Por tanto, Acnur “no es el que decide”, sino la Oficina del Refugiado de ese país.

Mercedes Navares, coordinadora de sensibilización, matiza que, “desafortunadamente”, España “no es un país generoso” en conceder la condición de  refugiado. Muy poca gente accede a ese estatus. Lo que sí concede es la llamada “protección subsidiaria”, que al menos preserva los derechos y la protección del país. Cada Gobierno “firma sus propias prerrogativas” y el español es “muy estricto” y revisa “con lupa” cada expediente antes de conceder el asilo.

Sobre las revueltas que se están produciendo en lugares como Túnez, Egipto o Libia, Navares cree que es “muy difícil” predecir si se traducirán en una oleada de refugiados. La coordinadora ha recordado que a nadie le gusta dejar su país. De ahí que, en principio, no se espere un flujo masivo, “por lo menos hacia España”, como está ocurriendo en Lampedusa, en Italia. Por otra parte, Navares ha explicado que en muchos casos se dan lo que se conoce como “flujos mixtos”, es decir, personas que llegan a España como inmigrantes “y una vez aquí solicitan el asilo”.

Francisco Cacheira ha querido “romper una lanza” por las poblaciones y los nuevos gobiernos de Egipto y Túnez, porque el comportamiento ha sido “ejemplar”. En su opinión, es “remarcable” que hayan ayudado a las trescientas mil personas que se calcula que han pasado por sus fronteras estos países que están sufriendo “estos cambios estructurales y sociales”. Es algo que no sucede en otros países más desarrollados, “que suelen cerrar sus fronteras”. Navares teme que estos refugiados sólo aparezcan en situación de crisis y luego “se olviden en las parrillas de los informativos”. Por eso, ha recordado que, entre refugiados, desplazados internos y apátridas, hay unos cuarenta millones de personas en todo el mundo.

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