Dos jóvenes de Rute recorrerán más de cinco mil kilómetros hasta Bucarest en un rally con fines solidarios

Los dos ruteños realizarán esta ruta  solidaria en un Renault Twingo del año 93

Los dos ruteños realizarán esta ruta solidaria en un Renault Twingo del año 93

Dos jóvenes ruteños están a punto de emprender un rally donde se mezcla el deporte, la aventura y los fines solidarios. Del 29 de julio al 13 de agosto Pedro Aguilera y Rubén Díaz recorrerán en torno a cinco mil quinientos kilómetros. Ésa es la distancia que separa Rute de su destino final: Bucarest. Lo harán a bordo de un Renault Twingo del año 93, que ya está pintado con los colores de la bandera de nuestro pueblo. Por el camino, pasarán por quince países y acumularán en la mochila de las emociones muchas vivencias antes de culminar su proyecto. Ninguno de los dos tiene experiencia como piloto de rally, pero tampoco estamos ante una competición al uso. Como bien apunta Rubén, hay “muchas formas de competir” y, aunque carecen de experiencia, sí tienen “mucha ilusión”. En este caso, la lucha es por ayudar a otras personas. Pedro habla más bien de una “ruta benéfica”. La carrera oficial es entre Madrid y Estambul. Partirá de la capital española el día 30, si bien ellos tendrán que salir de Rute en la víspera. Desde antes de emprender el trayecto y durante su desarrollo van a estar buscando fondos, no sólo para costear los gastos sino para el fin solidario. Además, una vez terminen, el coche será subastado en Bucarest. Por tanto, la vuelta a España la harán en avión.

Ambos llevaban varios años rondando la idea hasta que la han visto viable. Fue Pedro el que conoció de la existencia de iniciativas de este tipo, por un familiar que había participado en otra ruta benéfica hasta Mali. En esta ocasión, no estarán solos. A la entidad que promueve esta iniciativa ya se han sumado una quincena de participantes de nuestro país. Eso sí, hasta el momento, los dos ruteños son los únicos andaluces que se han apuntado. Cada uno hará su propia ruta desde puntos tan distantes de Rute como Madrid, Zaragoza, Bilbao o Barcelona. Los únicos requisitos comunes son que recorran esos quince países y que pasen en determinadas fechas por una serie de “check-points” o puntos de control para verificar que han estado allí. De hecho, ellos aún no tienen perfilada del todo la suya, habida cuenta de que han estado más volcados en la financiación.

Una vez que atraviesen Andorra y los Pirineos, lo más probable es que crucen Francia por la costa hasta Grecia, pasando siempre esos puntos de control que hay en ciudades como Zagreb, Bucarest o Mónaco. Lo que sí tienen claro es que hay que precisar un recorrido en función del kilometraje y los caminos que puede aguantar el coche. Es la propia organización la que impide que se use un vehículo nuevo. Cuando todo esté calculado, establecerán qué distancia van a recorrer cada día y cuándo van a parar. De noche, habrá de todo. Se turnarán como piloto y copiloto, en los puntos de control podrán descansar en hoteles que facilita la organización y el resto de los días tendrán que recurrir a la tienda de campaña.

El proyecto no deja de ser costoso. Rubén hace una estimación “a la baja” de entre siete y ocho mil euros. Buena parte, tres mil, la pusieron para empezar de su bolsillo. A partir de ahí, las empresas y el pueblo de Rute “se han volcado”. Cubiertos los costes, es cuando de verdad se materializa el proyecto solidario. Todo lo que se vaya recaudando se ingresará en una fundación, que a su vez lo destina a las dos ONG’s que ellos han elegido. Los ruteños se han decantado por Cudeca, una asociación malagueña de ayuda a enfermos terminales sin medios para facilitarles sus últimos días o hacerles cumplir un deseo. La otra es una ONG española que colabora con niños huérfanos en Rumanía. Allí tienen un colegio y un albergue, y el objetivo es reformarlos. Ha sido su decisión final, aunque desde primera hora tenían claro que querían hacer algo con los niños.

En teoría, según explica Pedro, el mayor ingreso lo constituirá la subasta, porque van a pagar por el coche “más de lo que vale”. Aparte, desde antes de que se inicie la aventura la organización habilitará un blog. En él figurarán las firmas patrocinadoras y se podrá ver, gracias a un geolocalizador que lleva instalado el coche, en qué punto exacto se encuentran. En el mismo blog se facilitará un número de cuenta para La Caixa y otro de móvil para enviar un SMS de 1,20 euros, cuyo importe irá íntegro al proyecto. Saben que les espera algún momento malo (como la posibilidad de perderse o que el coche sufra alguna avería), que alternarán con otros mejores. Pero tienen la certeza de que la aventura que emprenden, junto a la posibilidad de ver cara a cara a esas personas a las que van a ayudar, compensa con creces cualquier contratiempo. Mucha suerte.

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