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La iniciativa, enmarcada en el ciclo municipal “Mujeres en marzo”, contó con dos ponencias sobre los usos y variedades del aceite y el vinagre, y una demostración culinaria en vivo
Los actos enmarcados en el ciclo “Mujeres en marzo” no se han ceñido al casco urbano de Rute. El programa coordinado por la concejalía de Igualdad también ha tenido en cuenta las aldeas. En ese contexto, una de las actividades ha sido la Jornada de Mujeres en el Mundo Rural celebrada en Zambra. En principio, estaba prevista para el 11 de marzo, pero la meteorología “aconsejó” posponerla al día 25, en el Centro Cívico Cisimbrium de la aldea ruteña. La organización en sí del evento corrió a cargo de la delegación de Cabra del IFAPA (Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica).
- Con un mayor y mejor conocimiento del aceite, no se estaría cuestionando continuamente su precio
La concejala del área, Dolores Ortega, agradeció la predisposición de Brígida Jiménez, directora del IFAPA de Cabra, para organizar esta jornada. Constó de dos ponencias, un “show-cooking” o demostración culinaria en vivo y una mesa redonda final. La primera ponencia, a cargo de la propia Brígida Jiménez, versó sobre “El aceite de oliva virgen extra. Calidad y usos”. También allí trabaja como técnica y coordinadora Pilar Ramírez, encargada de la ponencia “Vinagres andaluces. Los grandes desconocidos”. En cuanto a la muestra de cocina en vivo, la ofrecieron Pilar Caracuel y Paola Amparo Rodríguez, responsables del equipo del Restaurante Villa Amelia. Las cuatro participarían en la mesa redonda final, moderada por Rosario Cabeza, agricultora y miembro de AMCAE (Asociación de Mujeres de Cooperativas Agro-Alimentarias de España).
Según Brígida Jiménez, sobre el aceite “queda mucho por aprender”, incluso en una zona oleícola “espectacular” como Rute y sus diseminados. A pesar de contar con un singular olivar de montaña y variedades “autóctonas muy apreciadas en el mundo”, sigue siendo “el gran desconocido”. Como muestra, mencionó que por lo general hay un solo aceite en cada casa, cuando las propiedades y los usos son diferentes. Al menos, reconoce, se guarda una especie de “memoria histórica” de separar los aceites que se fríen. Está convencida de que, con un mayor y mejor conocimiento, no se estaría cuestionando continuamente su precio. En países productores como Italia tienen claro que su valor está en la salud. Además, por su composición en ácidos grasos, es “más estable” y ofrece más rendimiento, por ejemplo, a la hora de freír.
Más desconocido aún es el vinagre. Como recordó Pilar Ramírez, en Andalucía están las tres únicas denominaciones de origen a nivel nacional, de las siete que hay en todo el mundo. A su vez, el IFAPA de Cabra es el único centro autonómico que experimenta con vinagre de vino y también de otras frutas. En nuestra comarca no hay producción de vino. En cambio, sí la hay de frutas como el membrillo, cuyo vinagre, desarrollado conjuntamente por el IFAPA y Almazaras de la Subbética, abre el abanico de posibilidades culinarias. También en el centro producen vinagre de frambuesa o granada, así como los de vino enriquecidos con frutas como los higos.
De todo ello probaron las mujeres que asistieron a esta jornada con un enfoque muy práctico. Como colofón, llegó el “show-cooking” del Restaurante Villa Amelia. Pilar Caracuel asegura que no sólo conocen esas posibilidades culinarias del aceite y el vinagre, sino que a diario las extrapolan a sus platos. Su compañera Paola Amparo Rodríguez cree que, una vez en la mesa, el cliente “disfruta” del sabor o la textura del aceite, lo que hace que lo aprecie más su calidad.
