Estimado lector, como hacemos habitualmente en verano íbamos a tratar sobre la posibilidad de redescubrir nuestro pueblo realizando diferentes sendas patrimoniales. No obstante, tenemos un tema de actualidad que nos obliga a tratarlo y denunciarlo. Se trata de los constantes incendios y conatos que están afectando a nuestro patrimonio natural, posiblemente debido a la mano del hombre, y que ponen en riesgo nuestro ecosistema; ya que por desgracia no solamente afectan al ámbito natural y paisajístico, sino también al arqueológico.
En apenas quince días la zona noreste del término municipal de Rute ha sufrido tres incendios de diversa consideración, algunos más destacables como el que afectó al paraje del “Moleón Chico”, que nos hacen reconsiderar varias cuestiones. En primer lugar, elogiar el trabajo de los medios públicos, cuya prontitud ha provocado que pudiéramos respirar tranquilos al conseguir controlarlos rápidamente. Pero en segundo término me preocupa la malicia y el desinterés que tiene el ser humano hacia su medio inmediato; por que de una forma u otra los incendios parecen haber sido resultado del factor humano. Adentrándonos un poco más en la cuestión, el incendio que afectó al entorno inmediato de Rute Viejo me hace pensar en lo efímera que puede ser esta joya arqueológica y de nuestra entidad común. En contra de la creencia de que la piedra “resiste” al fuego se han generado multitud de estudios, exponiendo los riegos que llevan y la destrucción que generan los incendios en yacimientos arqueológicos; sinceramente cada día soy más pesimista en cuanto si lograremos conservarlo y poder enseñarlo a nuestros hijos y nietos.
Una vez más, creo que vamos casi por la decena, hago un llamamiento a la autoridad pertinente de que por fin Rute Viejo y su entorno sean públicos. Sinceramente es la mejor opción a día de hoy de que lo logremos mantener además de fomentarlo, porque existe aún mucho por descubrir sobre este sitio. Parece que estamos casi llamando a una cruzada, el mantener y conservar este yacimiento emblemático, cuando realmente es un derecho y prácticamente una obligación para quienes nos gobiernan; así lo recoge la legislación más básica, como es la constitución. Es por todo esto que ruego a todos los que visitamos asiduamente el entorno, además de otros parajes naturales, que “miremos” por su conservación, evitemos desechar basuras y demás, que pueden provocar fuegos y más con el riesgo que existe en estos momentos. Mientras que por último, reitero esta llamada de socorro a nuestras autoridades para que los ruteños podamos disfrutar de una vez por todas de nuestro “otro” pueblo, de nuestros orígenes.
¡DESTACAMOS!