Estimado lector, como viene siendo tradicional por estas fechas, toca hacer un repaso sobre el desarrollo de nuestra temporada turística, este año hemos tenido la suerte que ha cambiado un poco la situación con respecto a la anterior. Y gracias a esto nos hayan podido visitar un gran numero de turistas venidos de todas partes, aunque fundamentalmente andaluces. Sin embargo, como ya habíamos comentado el año pasado, y cada vez se hace más presente, parece que los cambios que se están desarrollando han venido para quedarse.
A finales del periodo estival parecía que retomaríamos un poco la normalidad, y así ha sido hasta estos últimos días. Ciertamente he podido observar el buen hacer que hemos tenido a la hora de cambiar y adaptarnos a la nueva realidad, además se ha notado que esta campaña ha sido la primera después de tener distinción Rute de municipio turístico, cada vez vienen más visitantes no solamente atraídos por nuestros productos gastronómicos; por lo que estamos siendo visitados por un turismo más especializado que dota importancia a otros factores anteriormente desaprovechados. No obstante, no debemos confiarnos seguimos teniendo un turismo estacional asimismo seguimos desaprovechando gran parte de nuestro potencial. En este ultimo año se han desarrollado una serie de actividades que nos hacen prever que es posible contar con más patrimonio que nuestros visitantes puedan contemplar. Estas dos son la restauración y excavación de la torre del Canuto, además del trabajo arqueológico desarrollado por el Grupo de Investigación GAIA, aprovecho para reconocer el buen hacer que se ha demostrado en la obra del Canuto, pero este monumento no puede formar parte de nuestra lista de patrimonio monumental a visitar por su lejanía. Debemos de poner en valor lugares que si pueden ser atrayentes para el turismo como Rute el Viejo.
Debemos reconocer que se están dando pasos en la buena dirección, lo que nos ayudaría a expandir nuestro enfoque turístico más allá de la estacionalidad. Los ruteños tenemos mucha suerte, vivimos en un pueblo precioso, rodeado de una naturaleza exuberante y con una tradición gastronómica envidiable. Ya sé que reitero en numerosas ocasiones sobre nuestro potencial, pero a la vista está que con una buena organización las cosas pueden mejorar sustancialmente. A diferencia de otras ocasiones hoy soy optimista y creo que sería un buen propósito para este año 2022 que las cosas sigan virando hacia la dirección más provechosa para los ruteños. Por último, quiero agradecer a todos los que seguís esta columna y desearos muy buenas fiestas y prospero año nuevo. Sin vuestro apoyo sería muy difícil continuar con la labora de valorizar nuestro patrimonio. Muchas gracias.
¡DESTACAMOS!
