Una jornada de recuerdo y homenaje al Club Voleibol Rute clausuró los actos de aniversario del pabellón

Una página memorable de la historia del deporte local se condensó en estos dos combinados

Una página memorable de la historia del deporte local se condensó en estos dos combinados

Era de justicia. Si había un deporte llamado a clausurar los actos del décimo aniversario del Pabellón Gregorio Piedra, ése era el voleibol. Por lo que supuso como movimiento social y deportivo en Rute. Pero también por su papel crucial en la construcción del propio pabellón. Durante más de una década, el Club Voleibol Rute marcó varios hitos hasta su disolución en 2002. Entre ellos, está el de contar con casi 150 jugadores federados, un equipo senior en la primera división nacional y otro senior femenino. Fundado en 1989 (celebra, pues, también veinte años ahora), se convirtió en el club más importante de Rute en los noventa, su “década prodigiosa” particular. La creciente demanda y las numerosas secciones de que disponían evidenciaban la necesidad de contar con unas pistas deportivas adecuadas. El germen del pabellón estuvo en muchas reuniones y reivindicaciones de sus directivos.

En este contexto, y como clausura de las citadas actividades de aniversario del pabellón, el Servicio Municipal de Deportes organizó, conjuntamente con el club, dos partidos para el sábado, 17 de enero. Por un lado, jugaron entre sí dos combinados que agrupaban a una representación de los muchos jugadores que pasaron por el club. El otro choque enfrentó al UMA PROBISA de Málaga contra el Cajasol de Sevilla. Ambos conjuntos militan actualmente en la Superliga 2. Del nivel que alcanzó el voleibol en Rute en su día es una buena muestra que estos dos equipos fueron algunas de sus muchas “víctimas”. Para la rivalidad personal entre ellos, los sevillanos se hicieron con el triunfo tras una muerte súbita.

Pero sin duda el primer encuentro era el que se esperaba con más expectación por parte de un público que respondió con creces a la convocatoria. No sólo por los chicos que iban a jugar. Básicamente por una cuestión de premura de tiempo no se pudo organizar otro encuentro entre sus compañeras féminas. Pero ello no impidió que muchas de las que formaron parte de las diferentes secciones no quisieran perderse la cita.

Tal y como se preveía, fue un día festivo, donde se mezcló el deporte con el recuerdo y la nostalgia. Cuando los dos combinados (mayores y menores de 30 años) saltaron a la cancha y saludaron al respetable, en la pista y en la grada hubo muchas pieles que se erizaron. No estaban todos los que fueron, pero sí eran todos los que estaban. Eran los que saben que participaron en una experiencia única y tal vez irrepetible, conscientes de que difícilmente volverán a coincidir tantas circunstancias favorables.

Presidentes como Agustín Lopera o Nicolás Serrano, que confesó que se le habían puesto “los pelos de punta”; jugadores y entrenadores como Cristóbal García, Paco López, Mariana Moreno, Manolo Pérez José Antonio Jiménez, Diego Arenas, Juan de Dios Pérez o José Daniel López. Ninguno de ellos pudo evitar tener la voz entrecortada. No tuvieron reparos en admitir que la situación les había resultado especialmente emotiva. Ellos y otros muchos en distintos ámbitos más o menos visibles apostaron por el voleibol en Rute y canalizaron ese sueño. Pero en justicia hay que reconocer como principal impulsor de este proyecto concreto a Paco López. Fue él quien creyó en un deporte desconocido entonces para la gran mayoría.

¿Su maestro” No lo duda. Joaquín Torres, profesor de Educación Física y otra de las figuras a reivindicar en el deporte local. A finales de los setenta, cuando era una utopía soñar con unas instalaciones como las que disfrutamos hoy, él impulsó en el Instituto Nuevo Scala disciplinas como el baloncesto o el voleibol. Primero con las ligas locales entre los centros de enseñanza, y luego trasladándolas al ámbito provincial. Para Paco López, el germen de lo que se conmemoró el sábado “tiene nombre y apellidos”.

En lo meramente deportivo, se cumplió el tópico de que “quien tuvo retuvo”. A pesar de la falta de entrenamiento en algunos casos y de alguna que otra barriga prominente, nadie ha olvidado los fundamentos técnicos que asimilaron en esos años. El combinado de mayores de 30 logró un tanteo favorable de tres sets a cero. Sin embargo, ninguno de sus jugadores presumirá de esta victoria. Los dos equipos se habían unido para ganar el partido del tiempo. Apenas fue un intervalo de dos horas. Sin embargo, en ese rato para todos los asistentes el cronómetro pareció haberse detenido. Concretamente, antes de 2002.

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