Una fiesta con juegos acuáticos pone fin a las Escuelas de Verano de Rute

El cañón de espuma ha sido la atracción que más entusiasmo ha despertado

El cañón de espuma ha sido la atracción que más entusiasmo ha despertado

Con el final del mes de agosto, se han clausurado las Escuelas de Verano en Rute. Un año más, estas escuelas se han llevado a cabo a instancias de la concejalía de Juventud y han estado impartidas por la empresa Gea-Sur. El acto de clausura ha tenido lugar en la mañana del viernes 21 el campo de fútbol 7 del PPR-1. Para ello se han organizado multitud de actividades: un juego de la oca gigante, tobogán, plásticos deslizantes, juegos acuáticos y un cañón de espuma que ha hecho las delicias de los más pequeños. Por lo tanto, la jornada final ha sido puramente festiva. En esta ocasión, se contó con la colaboración de la empresa Pérez Chavarino para el cañón de espuma. Antes, en los dos días anteriores había tenido lugar una exposición con murales y materiales reciclados que recreaba los lugares más emblemáticos de Rute.

Según ha explicado Elisabet Torres, gerente de Gea-Sur, con esta exposición los propios niños han tenido ocasión de explicar a sus padres lo que han aprendido en estos meses. Para el concejal José Macías, con estas escuelas se demuestra que hay otra enseñanza paralela a la tradicional, “con la que se pueden adquirir conocimientos muy necesarios”. De ahí que entienda que estas escuelas tienen que seguir para aportar “esos contenidos transversales” que en el curso escolar se quedan sin hueco. Además, coincide con Elisabet Torres en que se cumple “un doble objetivo”: hay que aprovechar la facilidad de aprendizaje de los menores para que por una vez ellos enseñen a sus padres.

Así pues, coincidiendo con la clausura, llega también la hora de hacer balance. Tanto para José Macías como para Elisabet Torres la valoración es positiva. No solamente por los más de 200 chicos que se han inscrito en estas semanas. Esto ha permitido poner en contacto a niños de todos los centros de Rute y sus aldeas, junto a otros que han venido a nuestro pueblo en estas fechas. Además, ambos creen que se ha cumplido con la máxima de cubrir un servicio educativo durante el período estival y que los niños aprendan divirtiéndose.

En esta edición, el aprendizaje ha girado en torno al medioambiente. Torres asegura que la experiencia ha sido “enriquecedora” para los propios monitores, que a su vez toman nota de las sugerencias de los muchachos. En su opinión, el tema del medioambiente facilita mucho esa tarea de que los niños aprendan casi sin darse cuenta, “porque se están divirtiendo”.

Por su parte, Macías ha incidido en el hecho de que nunca los colectivos de las aldeas se priven de ningún servicio municipal. Para el futuro, confía en que se pueda mejorar este servicio, ya que el año que viene se contará con el centro juvenil Ludoteca de Rute. De hecho, ya planea dotarlo de contenido y que a medio plazo nuestro pueblo vuelva a ser, como lo fue en su día, un referente comarcal en movimiento juvenil asociativo.

Igualmente, también ha subrayado que de poco sirve este trabajo con los más pequeños si detrás no hay una respuesta de sus progenitores. Estas escuelas se engloban en un contexto más ambicioso de educación en valores. Ahí se incluyen las jornadas de coeducación o las escuelas de padres, para cuadrar una sociedad que está cambiando y que a veces se ve “desequilibrada”. Macías se refiere al hecho de que en muchas ocasiones los menores “van por delante” de sus padres “en cuanto al acceso a la información”. Desde las áreas de Juventud, Servicios Sociales o Deportes se han emprendido muchas actividades. Ahora queda contar con la complicidad y la iniciativa de los padres para completar el proceso educativo.

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