La exposición recoge objetos de todas las épocas de la cofradía
Rute cuenta con un nuevo inmueble para la organización de actos y exposiciones. No está inaugurado de manera oficial, pero algunas de sus dependencias sí se encuentran totalmente habilitadas. De hecho, el último fin de semana de octubre abría sus puertas para acoger una exposición de enseres de la Virgen de la Cabeza. No ha sido, por tanto, la inauguración oficial de este edificio cultural situado en la calle Fresno. Pese a que es una construcción que comenzó hace varios años, aún queda por acabar una de sus partes más significativas. Se trata de una sala de teatro con un aforo de 140 butacas. Las características técnicas y de sonido que requiere todavía no están a punto. No obstante, sin perder de vista el carácter parcial de la inauguración, la concejala de Cultura, Magdalena Baena, mostró su satisfacción por poder contar con unas instalaciones “muy bien acabadas”. Del recinto, la concejala destacó la propia sala de exposiciones, la de cine, “aunque no será un cine comercial”, así como el escenario, más alto y adaptado para obras de teatro que el de la calle Priego.
El concejal ruteño y diputado provincial, Antonio Ruiz, recordó que este edificio, subvencionado por el Ayuntamiento de Rute y los planes provinciales de Diputación, fue concebido “para que el Barrio Alto también contase con unas instalaciones culturales”. En este sentido, el alcalde Francisco Javier Altamirano lamentó que esta obra haya sido “una de las afectadas por la crisis”. De ahí que su construcción se haya prolongado durante varios mandatos.
Lo que sí está totalmente finalizada es la sala de exposiciones. La nueva sala ofrece unas condiciones mejores que la ya existente en el Edificio de Usos Múltiples. Para su estreno, va a mostrar hasta el día 18 de diciembre los enseres y patrimonio más significativo de la Virgen de la Cabeza. La exposición se incluye dentro de los actos de celebración del 25 aniversario de la coronación canónica de la Morenita.
Según manifestó el presidente de la cofradía, Manuel Caballero, es “una muestra del afecto de cientos de devotos” que a lo largo del tiempo han contribuido a este patrimonio con una sortija, un manto, una corona o un candelabro. Muchos son enseres que ya no se usan, como corpiños, sayas, mantos antiguos que ha lucido en algún momento la Virgen o bandas de los hermanos de Andújar. Por eso estamos ante una exposición única, “con objetos que no se volverán a mostrar al público en mucho tiempo”. Tienen un valor histórico “incalculable”, ya que su antigüedad se remonta a siglos.
