Un Rute blanco y una noche mágica marcada por una gran lluvia de copos de nieve

Imagen del parque en la mañana del domingo

Imagen del parque en la mañana del domingo

Lluvia, bajas temperaturas, y ahora nieve. Sin duda estamos atravesando un típico invierno donde no está faltando de nada. En la tarde noche del sábado al domingo pudimos ver como, en un par de horas,  nuestro pueblo quedó cubierto por un manto de nieve. Pese al frío las familias salieron a las calles, al paseo Francisco Salto, al parque  Nuestra Señora del Carmen o al paseo del  Fresno para disfrutar de esta gran nevada. En torno a las ocho de la tarde ya se había formado una capa blanca que cubría tejados y  todo cuanto estaba en le intemperie. La estampa, con los copos de nieve cayendo a la luz de la noche, ha sido única. Nos fuimos a la cama con la  sensación de haber disfrutado de momentos que pocas veces se repiten.

La intensa nevada caída durante esa tarde-noche del sábado y las bajas temperaturas que reinaron durante la madrugada  propiciaron que, pese al sol radiante con que amaneció, los  vecinos pudiesen seguir disfrutando de  la nieve con guerrillas de bolas y haciendo todo tipo de muñecos. Hubo quien se subió a la sierra ruteña. Allí, sobre las una del mediodía, todavía  había zonas donde se conservaban capas de nieve de de más de cuarenta centímetros. Desde los puntos más altos se divisaba un panorama de olivares blancos dejando en la retina una imagen irrepetible.

La anterior nevada tuvo lugar también un sábado de madrugada. En concreto el día 30 de enero de 2006. En aquella ocasión los ruteños se encontraron con un Rute blanco nada más despertar. Para recordar  otra de las grandes nevadas hay que remontarse a  enero de 1987, entonces se llegaron a suspender las clases ante la imposibilidad de que el transporte pudiera traer a los escolares de las aldeas y pueblos cercanos.

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