Un recorrido musical por los sonidos del norte y el sur de América protagoniza el inicio del Ciclo de Música Clásica

  • El concierto tuvo lugar en el Museo del Anís, que cumple 25 años, y su director aprovechó para homenajear a su tía Teresa Córdoba, recientemente fallecida

Miembros del grupo Piazzola Quintet durante su actuación

Presentación Ciclo de Música Cásica

Con Jorge Molina al piano, Juan Miguel Ortega al clarinete, Fernando Cornejo con el violín, Manuel Martín al contrabajo y Jorge Cano en la percusión, ha arrancado el Ciclo de Música Clásica promovido por el área de Cultura del Ayuntamiento de Rute. Todos estos músicos conforman el grupo Piazzola Quintet. Actuó el pasado sábado 2 de noviembre en una de las salas del Museo del Anís. Con su actuación, titulada “De Brooklyn a Buenos Aires”, ofrecieron un viaje musical con Astor Piazzolla como eje central. El recorrido estaba pensado para poner de manifiesto las diferentes músicas y culturas que han caracterizado el norte y el sur del continente americano.

  • El ciclo se lleva a cabo en los museos e industrias relacionadas con la campaña de Navidad
Anselmo Córdoba, director del Museo

La concejala de Cultura, Ana Lazo, recordó que desde hace cuatros años este ciclo musical se lleva a cabo en el interior de las industrias y los museos temáticos relacionados con el turismo y la Navidad en Rute. En concreto, el sábado 9 habrá un concierto en el Museo del Azúcar. El ciclo contará también con la actuación de la Banda Municipal y la Coral Polifónica. En estos dos casos, por el aforo, actuarán el Centro Cultural Rafael Martínez Simancas (Ludoteca). Los conciertos se celebrarán durante todos los sábados del mes de noviembres a las ocho de la tarde, a excepción del día 16, ya que ese fin de semana está prevista la doble representación de la Casa de Bernarda Alba, a cargo del Grupo de Teatro Municipal “Candilejas”.

Homenaje a Teresa Córdoba

Tras el concierto, se brindó con Anís Teresa Córdoba, con el que se ha homenajeado a esta empresaria ruteña. Teresa Córdoba Prieto nació en una mañana del 19 de marzo de 1929 y falleció en la tarde del viernes 20 del pasado mes de septiembre. Con noventa años de edad, se despedía de este mundo en una fecha muy significativa. En 2019 se ha cumplido el 25 aniversario de la fundación del Museo del Anís. El año de su nacimiento, recordó Anselmo Córdoba, su sobrino y director del museo, fue muy emblemático. En 1929 tuvo lugar la Exposición Iberoamericana de Sevilla y se celebró la Exposición Universal de Barcelona. También es el año en que en Rute se inaugura el parque en honor a la Patrona, la Virgen del Carmen, y se construyen casas de arquitectura sevillana o la extinta Tabacalera.

Teresa Córdoba estudió en el colegio de las Mercedarias. Siempre fue una mujer “muy amiga de sus amigas”, apunta su sobrino. Tuvo una infancia en la que vivió el dolor de la contienda española. Su trabajo comienza en Destilerías Duende cuando tenía 25 años. Desde entonces no faltó ni un solo día a la oficina. Córdoba asegura que no había “ni un sólo papel que no pasase por su bufete”. Según su sobrino, para Teresa Córdoba la constancia y el trabajo “lo eran todo en la vida”. Pasó por momentos muy dulces pero también le tocaron otros duros. Era una mujer que debía relacionarse en un mundo de hombres, con taberneros, destiladores o representantes de anises. Fue respetada en el sector, pero también sufrió algún desprecio o desaire por el hecho de ser mujer. Sin embargo, en su empresa lo era todo. Se encargaba de las finanzas, de hacer las inversiones pertinentes o ampliar el negocio, así como de relacionarse con inspectores de Hacienda o proveedores.

Fue la que puso el pacharán en la calle o elaboró la primera botella de ginebra. También en su casa se elaboró la primera botella de rosoli, con una receta de su madre. En definitiva, fue una mujer valiente, creativa e innovadora. Su labor resultó vital para Destilerías Duende y también para poner en pie el Museo del Anís. Tuvo una vida plena, inmensamente feliz y siempre supo sobreponerse. Por todo ello, fue reconocida con una calle que lleva su nombre, y cuya inauguración la llenó de satisfacción. Anselmo Córdoba concluyó afirmando que fue una gran mujer, gran empresaria “y un ejemplo para toda su familia”.

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