Un hortelano de Rute cultiva una calabaza gigante

José Onieva junto a su mujer

José Onieva junto a su mujer

El número 48 de la calle Herrero de Rute se ha convertido en los primeros días de octubre en lugar de visita para muchos ruteños. Allí se puede contemplar en estas fechas una enorme calabaza que ha cultivado José Onieva, agricultor aficionado y primer sorprendido del tamaño del ejemplar. El propio dueño es incapaz de calcular su peso, ya que asegura que no puede manejarla, aunque estima que debe estar al menos entre 25 y 30 kilos, con un diámetro que se acerca al metro. Su origen se remonta a la feria agrícola de Priego, donde el año pasado Onieva adquirió dos pipas de una calabaza que sobrepasaba los cien kilos. Las sembró en las huertas de La Hoz y una de ellas ha dado este descomunal fruto.

Lo más curioso es que, debido a una enfermedad, el agricultor apenas si ha podido cultivar esta semilla, por lo cual sus dimensiones son consecuencia únicamente de la naturaleza, de manera que, con los cuidados convenientes, podría haber alcanzado “al menos una tercera parte más de su tamaño”. Por lo tanto, cree que, además de las razones genéticas, el factor principal ha estado en la zona en que ha crecido, las huertas de La Hoz, tan propicia para el cultivo de frutas y hortalizas. No hay que olvidar que de ahí brota el agua que se consume en Rute, tan apreciada, “y la tierra también es de muy buena calidad”. Cierto es que ya habían tenido otros precedentes en su terreno: su mujer, Carmen Ramírez, recuerda cómo el año pasado recogieron una sandía que pesaba 18 kilos “y que daba para toda la vecindad”.

El matrimonio tiene abiertas sus puertas a cualquier persona de Rute que quiera acercarse a contemplar esta calabaza gigante, que han colocado en el salón junto a otra de tamaño normal. José ya baraja la idea de sembrar las pipas de este ejemplar “y si la salud lo permite regarlas y abonarlas adecuadamente”.

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