Un cuadro de Pedro Castro ilustra el cartel del Miércoles Santo en Rute

  • La cofradía de Jesús de la Rosa apuesta de nuevo por una pintura y aprovecha para presentar la restauración del trono de la Virgen

  • El joven pintor ya había colaborado con otra cofradía ruteña, la de la Virgen de la Cabeza, con motivo de la Magna Mariana de 2015

La junta de Gobierno de la cofradía y los miembros del grupo joven con el autor del cartel

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El presidente Antonio Jesús Ortega y Pedro Castro descubren el cartel anunciador

La cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Rosa y Nuestra Señora del Mayor Dolor presentaba el pasado sábado 11 de marzo su cartel de Semana Santa. Como apuntó el presidente Antonio Jesús Ortega, desde hace unos años se han decantado por una obra pictórica por ser más “original”, para engrosar así el patrimonio de la cofradía. La tarea se ha confiado a Pedro Castro. La vinculación de este joven pintor con Rute viene por su amistad con Juan José Camargo. Ya había hecho el cartel de la Virgen de la Cabeza para la Magna Mariana de 2015 y ahora la cofradía está muy satisfecha con su trabajo.

Según ha confesado, no conocía esta estación de Penitencia. Así que nada más recibir el encargo, se documentó con fotografías y vídeos. La idea inicial era darle protagonismo a la Virgen. Sin embargo, después de probar varias opciones, propuso incluir al Cristo “para resumir la esencia del Miércoles Santo”. La composición se completó con la cruz de guía en la parte inferior. Para ello, a diferencia del cartel de la Magna, hecho en óleo sobre lienzo, ha optado por el pastel. Cree que son las dos técnicas que maneja mejor.

Aparte del cartel, también se presentó el resto de novedades de este año. Incluyen una corona de espinas para Jesús de la Rosa, donada por el grupo joven, y unos faroles para la cruz de guía, regalo de los hermanos mayores. Asimismo, se ha restaurado el trono de la Virgen, que estaba muy deteriorado, en palabras del presidente. Se ha arreglado el plateado y el dorado, se han reparado las barras de palio y se han mantenido partes de la antigua peana, a las que se han añadido molduras nuevas. Del proceso se ha encargado la firma lucentina Paula Orfebres, a quienes la cofradía suele confiar sus trabajos.

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