Tres equipos de Rute participan en el I Raid de Aventura de Sierra Morena

Pedro Torres y Carmen María Ruiz, de promoción,  estudian el mapa antes de una prueba BTT

Pedro Torres y Carmen María Ruiz, de promoción, estudian el mapa antes de una prueba BTT

Los días 12 y 13 de marzo se ha disputado el I Raid de Aventura de Sierra Morena, entre los términos de Santa Elena y Baños de la Encina, en Jaén, en el límite con Despeñaperros. La prueba era puntuable para la Liga Andaluza de Raids de Aventura (LARA). Hasta allí se trasladaron tres equipos de Rute. Dentro de los objetivos de la asociación Anya está involucrar a sus socios en pruebas de este tipo. De hecho, este año ya se han inscrito como federados. Se han dividido en dos equipos de aventura y uno de promoción, cada uno de ellos formados por cinco miembros. Así pues, catorce personas se trasladaban a Jaén, algo más que notorio al coincidir con el segundo fin de semana de carnaval. De los equipos de aventura, el de Anya Competición 1 estaba formado por Pascual Roldán, José Sánchez y Antonio José Osuna. El de Anya Competición 2 lo integraban Vicente Trujillo, Rafael Osuna y la iznajeña Ana Belén Osuna. Por su parte, el equipo de promoción estaba constituido por Sandra Trujillo, Pedro Torres y Carmen María Ruiz. Además, formaban parte de las asistencias Joaquín Torres, Virginia García y María del Mar del Cabo. Por último, han colaborado con Neo Aktivo, la empresa organizadora, Juan José Fernández y Manuel Arévalo.

Para algunos debutantes, como Sandra Trujillo, pruebas como la yincana celebrada una semana antes en Rute han servido de preparación para dar el salto a un desafío mayor. Su tío Vicente Trujillo, un referente en la localidad por su práctica del ciclismo, matiza que, más que la preparación física, es “fundamental” tener nociones de orientación y prepararse una estrategia adecuada. Desde la asociación se viene inculcando esta filosofía. Pese a que con frecuencia se suele olvidar esta máxima, los ruteños que acudieron a Jaén procuraron dedicar un tiempo a seleccionar qué pruebas se iban a realizar y qué balizas se podían conseguir en un tiempo limitado.

Esta capacidad de elección se antojaba básica ante un evento de tal envergadura. Según Carmen María Ruiz, secretaria de Anya, se trataba de un raid “muy técnico”, con 81 kilómetros en la categoría de aventura y 57 en la de promoción, algunos de ellos realizados de noche. A ello, había que unir lo embarrado que estaba el terreno con las lluvias del fin de semana. En contraste, hubo otros momentos en que a los participantes se les quemó la cara con el sol. Todo ello hizo que los tiempos generales se dilataran más de lo previsto. Ha sido, pues, un inicio de liga duro. Aun así, el equipo de promoción completó todas las balizas y los de aventura se dejaron “las mínimas posibles”.

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