Pasan dos años desde las ultimas elecciones, y en nuestro pueblo, todo sigue igual. ¿Todo? Bueno, no todo sigue igual, o no a todo el mundo, le sigue yendo igual. Y es que resulta que 2 años después de las últimas elecciones, y más de 20 años después de que nuestro faraón llegara a la política municipal, hay cosas que siguen yendo igual en nuestro pueblo, pero hay gente a la que afortunadamente para ellos, y desafortunadamente para el resto, no les va igual, sino que les va mejor. Y es que dos años después, los amigos de los poderosos, siguen siendo amigos de los poderosos, y es normal, porque nada mal les va. ¿Qué más da que los grandes problemas del pueblo sigan sin resolverse? ¿Igualdad de oportunidades? ¿Igualdad de trato? ¿Eso qué es? Por no decir, de esas veces en que disfrazamos la realidad de igualdad y equidad, pero sin darle mucha publicidad a las cosas, no vaya a ser que tengamos que hacer las cosas bien de verdad. Aquí, no pasa nada, porque a quien le tiene que ir bien, que es a los propios, les va bien. El resto de los ciudadanos, seguimos estando en Segunda. ¿Que 20 años después seguimos sin ampliar el polígono industrial? No pasa nada, mientras se siga gobernando y se siga cobrando, todo está bien. ¿Que nuestras empresas se tienen que ir? No pasa nada, mientras se siga gobernando y se siga cobrando, todo está bien. ¿Que seguimos despilfarrando y derrochando el dinero público? No pasa nada, mientras se siga gobernando y se siga cobrando, todo está bien. Aquí da lo mismo que los problemas se eternicen o las obras faraónicas para perpetuar la memoria del faraón, haya que hacerlas en tres o cuatro veces, como el curioso caso de la rotonda que se hizo a la carrera porque llegaban las elecciones, y luego un retoque, y luego otro retoque, y luego otro retoque… ¿alguien piensa alguna vez en cuánto se gasta en esas cosas? ¿Quién paga eso? Da igual, como dijo Carmen Calvo, el dinero público no es de nadie, y es que mientras a los unos les vaya bien, ¿qué más da que al resto no le vaya tan bien? Es la triste política del siglo XXI.
En otro orden de cosas, no podemos cerrar sin hacer mención a los tristes sucesos que se están viviendo en nuestro país en éstas semanas, en que por parte de quien tendría que defender la legalidad y el Estado de Derecho, estamos viendo un ataque a los valores básicos de convivencia de nuestro país, y es que con pena, vemos cómo nuestro gobierno, a los malos y a los que van contra nuestro país, los manda a la calle como ha hecho con los políticos independentistas que en su día fueran condenados por el Tribunal Supremo, y a los trabajadores y a las clases medias que nos levantamos todos los días a trabajar, no hace sino machacarnos y apretarnos de forma injusta, con subidas de impuestos que se suponían iban a ir contra los poderosos que es lo que queda bien en los mítines, pero que al final acabamos pagando autónomos y clases medias, que somos los que sostenemos éste país, lleno de políticos con un único objetivo, seguir gobernando, y seguir cobrando, que mientras se siga gobernando y se siga cobrando, aquí no pasa nada, aquí todo está bien.
¡DESTACAMOS!
