Teresa Arcos exaltó al Abuelito en un pregón sencillo, lleno de pequeños detalles y de gran emotividad

Teresa Arcos en un momento del pregón

Teresa Arcos en un momento del pregón

Dentro del programa de cultos y actos programados por la hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y la Soledad de Nuestra Señora con motivo de la Semana Santa, la exaltación a sus imágenes titulares es uno de los actos centrales. Tuvo lugar el pasado sábado, 9 de abril. Ese día se llevó a cabo el besapié del Abuelito en horario de mañana y tarde. A las doce de mediodía se rezó el rosario en la ermita de San Pedro, a cargo de Lourdes Tapia. Por la tarde, la Asociación Musical Santo Ángel Custodio interpretó varios temas en la puerta de la ermita y a continuación tuvo lugar el acto de exaltación en sí. Este año ha corrido a cargo de Teresa Lucía Arcos Llamas. Fue presentada por su padre, Manuel Arcos Matilla, presidente honorífico de esta hermandad, y vinculado a ella prácticamente durante toda una vida.

El presentador destacó “la educación ética y religiosa” que siempre han intentado inculcar él y su esposa Lucía a sus hijos. A Teresa la describió cómo “una chica alegre, simpática y muy responsable”. Sus estudios universitarios los realizó en la Escuela Técnica de Arquitectura de la Universidad de Granada. Se diplomó como arquitecta técnica en 2003. Su trayectoria profesional ha estado vinculada a un despacho privado en el que ejerce de aparejadora y como docente de diferentes proyectos de escuelas taller y casas de oficios. La exaltadora ofreció un pregón lleno de vivencias personales y cargado de gran emotividad.

Teresa Arcos narró con una voz dulce y pausada su profundo sentimiento religioso y la vinculación que siente hacía la hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad, hacia las imágenes del Abuelito y la Soledad de Nuestra Señora. De ahí que en su fuero interno no dudara ni un instante cuando se lo propusieron.  Dicha propuesta vino de manos del presidente de la Hermandad, Juan Arrebola. En un principio, Teresa Arcos dijo que se lo pensaría, pero la decisión de pregonar a estas imágenes ya estaba tomada.

La exaltadora recordó momentos de su niñez. Desde pequeñita aprendió a dirigirse a la Virgen para darle gracias por el bienestar de su familia. Ahora, en su pregón, también aprovechó para mostrarle su gratitud por el bienestar de todos cuantos la rodean. Relató instantes vividos durante los pasos procesionales. Recordó el Jueves Santo de 1998. Ese día, cuando las imágenes titulares recorrían el barrio de San Pedro, en la calle Herrero, comenzó a llover. Los costaleros se apresuraron para que la imagen del Abuelito se refugiase en su ermita. Sin embargo, la Virgen, como recordó la exaltadora, quedó atrapada por los cables de la luz. Aquellos momentos en los que, pese a la lluvia, los fieles y devotos se quedaron paralizados junto a la Virgen aún permanecen grabados en la memoria de Teresa Arcos. En definitiva, Arcos ofreció un pregón sencillo, lleno de pequeños detalles. Habló del barrio, de las imágenes, de las saetas, del camerino y de todas y cada una de las personas que han desfilado que ha vivido en torno a esta hermandad de Rute.

Finalmente, tras la exaltación, se procedió a la imposición de medallas y entrega de báculos a los hermanos mayores de este año. Acompañarán a la imagen del Abuelito, Alfonso Trujillo Jiménez y su esposa, y Dolores Molero Ruiz. También se impusieron las medallas a los hermanos mayores de la Virgen, Antonio Ruiz Cruz y su esposa Matilde Pérez Baena. Asimismo, el presidente actual entregó una placa al anterior, Francisco Pérez.

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