Francisco Contreras Molina podría pasear por la calle de forma casi anónima. Tiene un nombre y unos apellidos de lo más común. Es cuando se metamorfosea en el Niño de Elche cuando adquiere un nombre propio al desatar todo su arte. Tiene tanto, y tanto talento, que el flamenco del que mamó desde sus orígenes familiares granadinos se le queda corto. Necesita que el cante y la guitarra [...]