-
El Festival de Baile Flamenco, Artístico y de Salón se convierte en un compendio de géneros que saluda al verano con un original toque de concienciación
Sebastián Leal no deja de redescubrirse y a su vez reinventar la escuela y el festival que llevan su nombre. Si estos festivales de verano son el colofón al curso académico, una parte de éste invita a pensar que cada año es alumnado de una escuela distinta. Tan notorias son las novedades que introduce el bailaor, bailarín y profesor. Y sin embargo, hay otra parte plenamente reconocible, un sello personal que las trece letras de su nombre y su apellido dejan en cada taconeo o cada coreografía. Siguiendo el lema de “espera lo inesperado”, siempre surge la pirueta o el gesto que el público jamás intuiría.
- El público se puso en pie para la obrita de teatro interpretada por los más pequeños, un alegato contra todas las formas de desprecio a nuestros semejantes
Así, por todo lo alto, han arrancado los veranos culturales de la villa. Termina el curso y Rute se viste de gala para oficiar de embajador artístico. Lo apuntaba la concejala de Cultura, Ana Lazo, que recordaba la tradición musical de la localidad, extensiva al baile. Además, la cita coincide con el XXIV Concurso de Sevillanas “Virgen del Carmen, Patrona de Rute”. Es, pues, el inicio de las Fiestas Patronales, sinónimo, en palabras del alcalde Antonio Ruiz, de reencuentro de gente que vuelve a su pueblo.
Tras el concurso, cantado un año más por el coro “La buena gente”, de Lucena, llegaría al fin el XIX Festival de Baile Flamenco, Artístico y de Salón. Fueron 22 ocasiones de constatar en el teatro al aire libre Alcalde Pedro Flores el crecimiento de Leal como artista y profesor. Porque, aunque algunas de las coreografías no estaban hechas ni por él ni por su alumnado, se pudieron ver gracias a su trayectoria. Que a Rute vengan parejas campeonas de Europa y del mundo en bachata o tango sólo lo explica la altura artística de quien desde hace tiempo puede codearse e ir de la mano con los mejores.
Su presencia no respondía sólo a un toque de calidad por la amistad con el profesor. También refleja la diversificación de la escuela con los años. El flamenco abrió en su día las puertas a todo tipo de bailes de salón que permean la formación del alumnado. La calidad y los matices interpretativos del centenar de integrantes de la escuela se ramifican en esa continua reinvención no exenta de compromiso. El momento que puso en pie al público llegó con la obrita de teatro interpretada por los más pequeños, un alegato contra todas las formas de desprecio a nuestros semejantes.
Quedaba la guinda, un número de una complejidad sólo al alcance del nivel actual de la escuela. Ese nivel les ha llevado a escalar peldaños en el concurso “Vive tu sueño”, superando las fases provincial, autonómica y nacional, y el 12 de julio espera la final europea. Un centenar de personas, entre alumnado, padres y madres, llevará a Roma el nombre y el arte de Rute. Y es justo eso lo que más emociona a Leal, que asegura que sus pupilos han triunfado de antemano. No le falta razón. El suyo es el triunfo de la humildad, el de gente que, a veces sin haber volado antes, ha costeado con esfuerzo el billete de avión. El nombre de este concurso no hace del todo justicia a su profesor. Él no vive un sueño: vive una feliz realidad desde hace casi veinte años. ¡A disfrutarla!
