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Es la última parte de una trilogía autobiográfica del político cordobés en la que recorre su trayectoria ideológica y analiza la situación nacional y global
En marzo de 2020 Julio Anguita tenía a punto “Vivo como hablo”, el tercer vértice de la trilogía autobiográfica “Combates de este tiempo”. La inminente pandemia le llevó a incluir algún artículo más que cerraba el círculo de su trayectoria ideológica. Hasta el final quiso dejar la impronta de su análisis visionario de la realidad. El último artículo lo entregó a su editor, Ricardo González, el 6 de mayo. Fallecería diez días después, pero el libro es Anguita en estado puro. Lo remarcan en las presentaciones a título póstumo que se están haciendo una vez superado lo peor de la pandemia.
- Anguita sustentó parte de su pensamiento sobre la idea de que laicismo, federalismo y república son conceptos globales, no exclusivos de la izquierda
La de Rute, prevista en principio para mayo, tenía lugar en la bodega del Museo del Anís. En el acto conducido por la concejala de Cultura, Ana Lazo, intervinieron el citado editor, el prologuista, Antonio Manuel Rodríguez, y el coordinador provincial de IU, Sebastián Pérez. Después de que Lazo recordara a Anguita como “el político más querido y admirado de España”, Ricardo González confirmó que la trilogía es una biografía de la trayectoria política del que fuera alcalde de Córdoba y coordinador de IU. Está compuesta por el libro que le da título, un segundo volumen, “Conversaciones sobre la tercera república”, y el que ahora se presenta.
El responsable de la editorial Utopía Libros repasó cómo esta tercera entrega abarca una etapa política “muy convulsa”. Entre 2015 y 2018 se suceden el Gobierno en funciones de Rajoy y la moción de censura que dio paso a la primera coalición de izquierdas, la abdicación de Juan Carlos I o la irrupción de Podemos. Era difícil dar con “un punto que permitiera cerrar el libro”. Lo pondría la llegada al poder de Pedro Sánchez, pero Anguita quiso incluir la mencionada referencia a la crisis sanitaria.
Tras el editor, Antonio Manuel Rodríguez puso el toque más emotivo e ideológico. El prologuista citó a sus abuelos, en especial a su abuela Rosario, que, como Anguita, “blandió el arma de la insolencia”, con la misma “rebeldía cívica”. Bajo esa premisa, subrayó que la línea roja no es algo ideológico sino “un consenso global que se llama democracia y derechos humanos”. Quien no lo acepte “no puede sentarse en la mesa de la democracia”.
El profesor de Derecho y escritor recordó que el exalcalde de Córdoba “nunca perdió la conciencia de donde venía”. También tuvo claro que el ciudadano debía ser político y el político ciudadano. Rodríguez evidenció cómo había diseccionado un problema latente y no ha superado por la sociedad española. Es el de un sector que se empeña en creer que república, laicismo y federalismo son sinónimo de izquierda. Frente a eso, y teniendo en cuenta que para Anguita la Constitución es “el único libro sagrado”, sentenció que “se puede ser español siendo laico, federalista y republicano”.
Sobre esa misma idea, Sebastián Pérez destacó que, siendo alcalde de Córdoba, cambió el modelo de vida de una ciudad, implicando a todos los colectivos. Para el coordinador provincial de IU, Anguita plantea la tesis de superación del capitalismo, porque explota al ser humano y a nivel ambiental es insostenible. En lo concerniente a nuestro país, su propuesta gira en torno a tres ejes, la modernización del país, la democratización y transformación con la Constitución y los derechos humanos como base, y la conciencia de clase como medio para conseguirlo. Pese a todo, concluyó, “Julio era optimista porque sólo había alternativa”.
