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La última publicación de Manuel García Iturriaga esboza la figura de tres sacerdotes asesinados el pasado siglo beatificados el 16 de octubre en Córdoba
El sábado 4 de diciembre se presentaba en la ermita de la Vera Cruz el libro “Los mártires de Rute”. Con ese título, el cronista oficial de la villa Manuel García Iturriaga esboza la figura de tres sacerdotes de nuestro pueblo asesinados en sus lugares de destino a comienzos de la Guerra Civil. Forman parte de los 127 mártires religiosos beatificados por la Iglesia en Córdoba el pasado 16 de octubre. Para introducir el acto, Francisco Jesús García, presidente en funciones de la cofradía, destacó las “firmes convicciones” de los tres: Antonio Molina Ariza, Mariano Fernández-Tenllado Roldán y Lorenzo Pérez Porras.
- La recaudación de los ejemplares vendidos irá destinada a la bolsa de caridad que la cofradía ha abierto para las víctimas de la isla de La Palma
En especial, se centró en la figura del segundo, por su vinculación con el barrio como miembro, presidente y hermano mayor de la cofradía. García asegura que él es “el padre de la cofradía actual”, por cómo supo renovarla. A continuación, el párroco de Santa Catalina, José Gregorio Martínez, enfatizó el hecho de que ninguno de los tres sacerdotes murió por sus ideas políticas, “sino por defender la fe”. Más allá de “su unión a Cristo”, eran “personas cotidianas”. Asimismo, elogió que el libro forma parte del “patrimonio espiritual” del pueblo. El párroco espera que su lectura contribuya a entender el tiempo en que vivieron, pero también el momento presente.
Para el autor, estamos ante un “retazo” de la Historia, “triste” si se mira “con los ojos del mundo”, pero a la vez “gozoso” visto desde “los ojos de la fe”. En cualquier caso, defiende que los tres sacerdotes trasmitieron “una lección de vida a lo largo de su apostolado”. Se entregaron a llevar “el mensaje del Evangelio”, volcándose con los más necesitados. Asegura que no sólo predicaron “sino que dieron trigo”. Su ejemplo, a juicio del cronista, desmiente a quienes cuestionan la labor del sacerdocio.
García Iturriaga subrayó que Mariano Fernández-Tenllado. Su vinculación con la cofradía trasciende el ámbito religioso se adentra en lo social. Cuando se hizo cargo, la Vera Cruz “apenas contaba con treinta casas”. Alrededor del barrio, reconstruyó “la cofradía decana” de Rute. No obstante, cree que esta capacidad de acercarse al pueblo y volcarse con los más vulnerables fue común a los tres.
Asimismo, apeló al carácter conciliador del libro, escrito “para perdonar y pedir perdón”. Por eso mismo, no es un libro “para olvidar sino para tener presente” y que lo ocurrido en la Guerra Civil “no vuelva a repetirse”. Por último, el autor informó de que la recaudación de los ejemplares vendidos irá destinada a la bolsa de caridad que la cofradía ha abierto para las víctimas de la isla de La Palma.
