Se cierran los actos de homenaje a Miguel Ángel Toledano con la presentación en Rute de su obra  “Donde secretamente moras”

El autor firmó libros durante más de una hora a los  alumnos y pupilos que asistieron al acto

El autor firmó libros durante más de una hora a los alumnos y pupilos que asistieron al acto

El poemario “Donde secretamente moras”, de Miguel Ángel Toledano, se ha presentado en nuestro municipio, coincidiendo con los actos conmemorativos del día del libro. Ha sido parte del homenaje que en estos días se ha rendido a este escritor y profesor de Lengua y Literatura, que pasó a mediados de los años 80 por el Instituto de Bachillerato de Rute. Tras un programa producido por Radio Rute, realizado en vivo y en directo en el local de La Tequería y en el que participaron más de una treintena de alumnos, el pasado sábado 21 se continuó con la presentación de su libro en el Edificio de Usos Múltiples. Para muchos, fue un día mágico. En buena parte se recreó el ambiente que se respiraba en sus clases. Como si de una obra teatral se tratase, el maestro Toledano de nuevo dirigió el ceremonial. Y es que las clases que impartía Miguel Ángel Toledano distaban mucho de ser como las tradicionales. Sus alumnos se sentían bien en ellas, eran provocadoras, se planteaban para despertar el espíritu crítico y ante todo se respiraba ambiente de libertad.

Sin embargo, las enseñanzas de Toledano fueron más allá de la docencia. Así lo reflejaron dos de sus antiguos alumnos, que intervinieron en el acto para elogiar y reconocer su labor. Fueron los casos de Francisco Porras y del que es ahora alcalde de Rute, Antonio Ruiz. En esta noche se recordó cuando Miguel Ángel Toledano llegó a Rute para participar en un interesante proyecto educativo: el Bachillerato Experimental, un ensayo de lo que luego sería la famosa reforma de la LOGSE. Se trataba de infundir en los alumnos de 14 centros de Andalucía el conocimiento a través de la experimentación práctica, el trabajo en equipo, el autoaprendizaje y la visión crítica, entre otras cosas. Curiosamente, aquello iba, como se suele decir, “como anillo al dedo” para alguien que ante todo tuvo la docencia por vocación. De ahí que Francisco Porras asegure que Toledano logró transmitirles “una visión crítica de las cosas y de lo establecido, la intención de pensar por ellos mismos y la creatividad”.

Pero, más allá de las clases, había otros proyectos en los que los alumnos se implicaban de forma activa. Se involucraron en Ediciones Experimentales y de forma artesanal participaron en la edición, maquetación, publicación y distribución de un par de libros. También bajo la dirección de su maestro crearon un grupo de teatro, el Teatro Gallomba, después Pánico Gallomba. Según Antonio Ruiz, “todas estas experiencias” han marcado buena parte de sus vidas. Ruiz recuerda las clases del Quijote de su maestro “como magistrales”. Además, aprovechó para hacer una alegoría sobre la vida del salmón, ese pez que nace en río, viaja al mar y al cabo del tiempo vuelve al río, con toda una experiencia recorrida. Según dijo, Miguel Ángel Toledano ha trazado esas mismas vías, experimentales, rompedoras, como lo prueba el hecho de haberse iniciado en la novela para seguir con la poesía, al revés de lo que suelen hacer los escritores. Fue ese mismo espíritu rebelde y crítico el que inculcó a sus alumnos. Y entre las muchas cosas que de él aprendieron, Ruiz se queda con ese afán por vivir con intensidad cada instante de la vida.

Durante el acto se fue mezclando la música entre las alocuciones de unos y otros. Para la ocasión, Miguel Ángel Toledano eligió temas de Pink Floyd, Joaquín Sabina o  Alarma. Sirvieron para evocar una época y promover  sensaciones y sentimientos entre muchos de sus alumnos allí presentes. Como él mismo dijo a lo largo de su intervención, “sólo se recuerda lo que se siente”. Toledano asegura que la emoción “es imprescindible para aprender”. Según dijo, este poemario parte de “una necesidad de compartir”, es a la vez un compendio de dolor y placer.

El título del libro está dedicado a una persona amada que siempre lo ha acompañado y por la que ha merecido la pena vivir, como es su esposa Charo. “Donde secretamente moras” es una obra que refleja las vivencias de su autor tras haber pasado por muchas clínicas españolas. Un poemario nacido del dolor y la enfermedad, y al mismo tiempo cargado de un gran sentimiento de humanidad. Así se puso de manifiesto en los poemas seleccionados de esta obra por otra de sus alumnas, Carmen María Arcos. Ella fue la elegida para recitar y poner el colofón a este acto.

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