Rute ya está listo para que la Patrona pasee por sus calles

  • Aunque desde mediados de julio se respira un ambiente especial, el pueblo ultima los detalles para engalanarse de cara a los días centrales de las Fiestas Patronales

Desde el Traslado del último domingo de julio, la Virgen del Carmen preside el altar de Santa Catalina

Cada año el ambiente carmelitano se agiganta entre el 16 de julio y el 15 de agosto. Es el periodo que va desde la onomástica del Carmen hasta la salida procesional de la Patrona. Aunque no coincide con un mes del calendario, son treinta días en que se multiplican los cultos y actos en torno a la Virgen del Carmen, con motivo de sus Fiestas Patronales. Desde primeros de julio empieza a cobrar forma la decoración de las calles, que ya se percibe de forma palpable para cuando en el último domingo del mes llega el Traslado. Para entonces el centro del casco urbano y las calles circundantes a su santuario ya lucen los reposteros en muchas fachadas, o las banderitas marrones y blancas, o las colgaduras tan características.

  • El programa culmina por todo lo alto, con las intensas jornadas del 14 y el 15 de agosto

En este 2024, marcado por el centenario del patronazgo y el Año Jubilar, el radio de alcance de esa decoración se ha ampliado, habida cuenta de las dos salidas extraordinarias de la Virgen. Ni siquiera el Traslado a Santa Catalina discurrió por los lugares habituales, con la Patrona volviendo del Barrio Alto, tras su estancia en la parroquia de San Francisco. Así cerró el mes y agosto arrancó con la novena como el culto principal. El mismo día que empezó, el 5, se encendió el alumbrado extraordinario que ilumina de manera especial el centro del pueblo, pero que está presente en mayor o menor medida en todo el recorrido procesional de la Patrona.

De forma paralela a la novena, se han sucedido otros actos. Es el caso de la serenata a la reina y sus damas del día 9, la misa a las personas impedidas y enfermas del 10, el rosario de la aurora del domingo 11 o el “Adoremus” organizado por el grupo joven “Iuventus Carmeli” el 12. También del 9 al 13 la mesa de regalos ha contribuido a dar ambiente festivo, a la vez que permite un ingreso extra a la archicofradía. Sin embargo, estos actos no dejan de ser el preámbulo a los días centrales de las Fiestas Patronales. El programa siempre culmina por todo lo alto, con las dos intensas jornadas del 14 y el 15 de agosto.

Desde la mañana del 14 las campanas y los cohetes anuncian que la espera se ha acabado y llegan esos días grandes. Esa misma tarde-noche toca el pregón y la coronación. Son dos actos arraigados en la memoria colectiva, que se dan la mano con iniciativas más recientes como la ofrenda de nardos a la Patrona, un camino de ida y vuelta entre la tradición y la renovación, que arranca en la ermita de San Pedro y culmina muy cerca, en el parque Nuestra Señora del Carmen, con la cena de hermandad y la posterior quema de fuegos artificiales.

Por medio, Santa Catalina acoge los dos actos centrales de la noche, con la Virgen como testigo principal. En un año tan especial, el elegido para pregonar a la Patrona ha sido un carmelitano de pro, como Anselmo Córdoba, presentado por Irene Gallardo. Como ya ocurrió en 2023, la coronación tiene lugar justo a continuación en la misma parroquia. Este año la “carmelitana mayor” es Rocío Rodríguez, que cuenta con una corte de nueve damas.

El 15 de agosto la Banda Municipal tiene el encargo de anunciar con su diana que ha llegado el día grande de las fiestas. Durante el resto de la mañana, alternan los actos religiosos, como la solemne función concelebrada, con la intervención de la Coral Polifónica Bel Canto, y los lúdicos, como el desfile de gigantes y cabezudos o el espectáculo de animación infantil del parque, patrocinado por la concejalía de Festejos. Las nueve de la noche es la hora señalada. Es el momento en que la Virgen del Carmen asoma por el dintel de la puerta principal de Santa Catalina. La espera su pueblo, del que es Patrona desde hace cien años.

Coincidiendo con este centenario, el acompañamiento musical se amplía a tres formaciones: la Agrupación María Santísima de los Dolores “El Rescate de Linares” y las dos de Rute, la Agrupación Santo Ángel Custodio y, cómo no, la Banda Municipal. Sus marchas resonarán por las calles del recorrido. De nuevo Rute será un hervidero de gente, la de aquí y la que viene ahora, bien de localidades cercanas o porque, siendo naturales del pueblo, tuvieron que marcharse en su día y vuelven a reencontrarse con sus orígenes. Si habitualmente estos días grandes suponen al mismo tiempo el colofón de las fiestas, en esta ocasión queda aún una recta final. Será la que lleve hasta el 12 de octubre, fecha de clausura del Año Jubilar Carmelitano.

Deja un comentario