Rute viaja musicalmente a Nueva Orleans

  • El I Festival Jazz en una Noche de Verano ofrece tres muestras diferentes de la versatilidad de uno de los géneros más representativos del siglo XX

Francisco Luis Molina abrió la noche con su virtuosismo a la guitarra

No es música de masas, pero en Rute el jazz tiene sus seguidores. Aunque dispersas por el teatro al aire libre Alcalde Pedro Flores, más de un centenar de personas asistieron al I Festival Jazz en una Noche de Verano. Sucedía al homenaje a “las músicas negras” que fue Rute in black. La propuesta se ha renovado, asumiendo el Ayuntamiento la organización, con la colaboración del colectivo del mismo nombre. No en vano, detrás de ambos proyectos está Manuel Ayala.

María Romero fue capaz de recrear los registros vocales de Amy Winehouse. Killing Magneto ofreció swing y una potente base rítmica

Abrió la noche una de las firmes promesas de la escena local. Francisco Luis Molina, “Tramao”, llamado a hacer cosas grandes. Pese a su juventud, ha demostrado creatividad y condiciones interpretativas para llegar adonde su cabeza se proponga. Aunque su formación es clásica, deleitó con su virtuosismo a la guitarra. Su concierto se dividió en dos partes. La primera fue de corte más jazzístico, a tono con el festival. En la segunda predominaron sonidos con raíces flamencas, como el aclamado “Bla bik”.

A continuación, el festival miró hacia tierras granadinas. De allí venían los otros dos grupos de la noche. El dúo granadino Mary Winehouse se ganó al público con su tributo a la última gran diva del soul. Oculta tras las gafas negras, o metiéndose más aún en el personaje, María Romero hizo cierta su frase promocional de que basta con entornar los ojos para sentirse en un local del Candem Town londinense donde se forjó la leyenda de la auténtica Amy Winehouse. La cantante exhibió una apabullante variedad de registros vocales para “clonar” clásicos de la británica como “Rehab” o “Me and Mr. Jones”.

Sus paisanos Killing Magneto, reconvertidos en trío, tras venir como cuarteto a pinchar al primer Rute in black, pusieron la guinda. Con la potente base rítmica de los hermanos Mateos, Antonio y José Luis, a la batería y el contrabajo, respectivamente, escoltados por Armando Caló a la voz y los teclados, mostraron su dominio de las vertientes más frenéticas del swing. Con uno de los estilos más característicos del jazz se confirmó que este género surgido en Nueva Orleans se ramifica hasta donde den la imaginación y la creatividad del artista. En Rute se han visto tres ejemplos diferentes y complementarios.

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