Rute también llora en silencio por París

  • Como el resto de instituciones, el Ayuntamiento se suma al paro silencioso por los atentados en la capital francesa

  • Los portavoces políticos muestran su repulsa por la barbarie y hacen un llamamiento a la unidad

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Los representantes políticos subrayaron que sólo desde la unidad se puede combatir cualquier terrorismo

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Hay silencios más elocuentes que cualquier palabra. El escritor Manuel Rivas aludió a “un silencio de dolor antiguo”. Ése es el dolor de la barbarie terrorista, el que entronca con nuestra condición humana, el que agita nuestras conciencias desde la estupefacción, desde la pregunta sin respuesta de “por qué”. Hay más de cien preguntas pendientes de una aclaración que nunca llegará, porque nunca hay explicación ante el terror. La democracia y la república francesa se cimentaron sobre tres colores (azul, blanco, rojo) que simbolizaban otros tantos valores: libertad, igualdad, fraternidad. Hoy son tres colores desteñidos por el llanto por más de un centenar de víctimas. El horror, la violencia, el asesinato, sólo tienen un grito posible: el del silencio.

En toda España, desde todas las instituciones, se ha expresado ese silencio, recordando a Francia y de paso al mundo que en el dolor no deberían existir fronteras. Si no se manifiesta en las masacres que cada día se suceden en países de oriente, es una tarea pendiente para con nuestras conciencias, pero no por ello se ha de dejar de llorar a los muertos de París. Rute no fue una excepción. Como en el resto del país, apenas dos días después de la masacre, cuando el pueblo debería haber sido sólo una fiesta del deporte, se guardó un momento para el silencio: primero en la carrera popular, antes aún en las jornadas de patrimonio histórico, y finalmente ante el Ayuntamiento, el estandarte de los valores democráticos más cercanos, el arma de paz más eficiente frente a quienes sólo entienden el lenguaje de la guerra.

Ése era el mensaje común que se reflejaba en las declaraciones de los portavoces políticos al término de la concentración. Para Ana Lazo, de IU, resulta “estremecedor” pensar que se puede estar cenando tranquilamente “y alguien entre pegando tiros”. La edil no pasó por acto la víctima española cuya muerte está confirmada, pero se reafirmó en que hay que acogerse a los valores democráticos. Lazo apeló a la unidad, primero a nivel nacional, con todos los partidos, y a partir de ahí, entre los Estados europeos y el resto del mundo. El popular David Ruiz subrayó esa idea de aparcar cualquier diferencia política a la hora de defender la vida y esos valores democráticos. Como recordó, ahora ha sido en Francia, pero en su día España sufrió esta misma lacra. De ahí que sea necesaria esa solidaridad. Por parte del PSOE, habló Manuel Muñoz, ya que el alcalde Antonio Ruiz, en su condición de presidente de la Diputación, se había trasladado a la concentración silenciosa de la capital. Para Muñoz, más que creencias religiosas diferentes, se trata de “fanatismos que cada vez hacen más daño a la sociedad”.

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