Rute saca la bandeja de la Navidad

  • Los museos temáticos abren desde el puente del Pilar para mostrar los productos emblemáticos de la gastronomía local que llenarán las mesas españolas en los próximos meses

El Belén de chocolate conmemora un cuarto de siglo de andadura

De lo local a lo nacional. Así se abren paso los productos de la gastronomía ruteña en torno al 12 de octubre. Para darlos a conocer, los museos temáticos del municipio tienen abiertas sus puertas desde el puente del Pilar. Y es que, desde hace años, el 12 de octubre, fiesta nacional, es la fecha oficiosa de comienzo de la campaña de Navidad en Rute. Por delante quedan tres meses de intenso trabajo, con obradores, destilerías o almazaras a pleno rendimiento. Hay que satisfacer la demanda de los miles de turistas que en el último trimestre del año convierten al primer Municipio Turístico de la Subbética en el más visitado de la provincia de Córdoba.

El pueblo volverá a ser un hervidero de gente y la gastronomía ruteña estará presente en los hogares de toda España. El principal escaparate para promocionar esos productos tan genuinos a quienes se acercan a la localidad son los citados museos gastronómicos. Cada año se reinventan para atraer la atención del turista, renovando la decoración y sus figuras de reclamo, y añadiendo incorporaciones a los surtidos tradicionales, amoldándose a las demandas actuales.

Para aunar esfuerzos, la asociación Rute Turismo aglutina al empresariado local del sector agroalimentario, en especial de los productos más ligados a las fiestas navideñas. Según ha avanzado su presidente, Rafael Garrido, ya han mantenido reuniones para coordinar la campaña, cuya presentación oficial e institucional será el 7 de noviembre. En lo referente a la afluencia de turistas, confía en mantener la tendencia “continuista” al alza, de modo que el número de visitas supere al del año anterior.

La diversidad gastronómica que ofrece Rute al visitante es clave para captar el interés de su paladar. Ya no existen la mayoría de las decenas de destilerías que lo convirtieron por derecho propio en el “Pueblo del Anís”. Pero las que sobreviven han sabido adaptarse a los tiempos sin perder sus señas de identidad. En Destilerías Duende prolongan los actos del trigésimo aniversario del Museo del Anís (inaugurado en 1994) con nuevos licores y una decoración que presidirá, según ha adelantado su director, Anselmo Córdoba, “el primer Belén taurino” de Rute. Ha querido hacer así un guiño a la tradicional vinculación entre la tauromaquia y el anís local.

Por su parte, el Museo-Destilería Machaquito arranca la primera campaña tras su incorporación a primeros de año al Registro de Museos y Colecciones Museográficas de Andalucía. Como recuerda su coordinadora, Julia Reyes, recorrer la Colección Museográfica “Anís Machaquito” es viajar por la historia de la destilación. En el presente, quienes se acercan a la fábrica pueden ver en vivo ese proceso que mantiene la tradición de siempre. Las otras dos destilerías que perviven procuran no estancarse. Tanto Altamirano como Raza no dejan de buscar nuevos mercados, y en el caso de esta última contará para la presente campaña con una nueva máquina embotelladora.

Junto al anís, otro de los atractivos gastronómicos del pueblo son sus dulces de navidad. Para darlos a conocer existen el Museo del Azúcar, el del Mantecado y el Belén de chocolate. Este último se ha consolidado desde que se hiciera por primera vez en 1999 como el espacio temático más visitado del municipio durante la campaña. Por eso, según ha señalado su coordinador, el maestro pastelero Jorge Garrido, se ha querido que la temática de esta edición gire en torno a la evolución del Belén a lo largo de 25 años. Siempre ha sido el chocolate la materia prima, pero aumentando la cantidad en esta edición hasta mil ochocientos kilos en un espacio de 52 metros cuadrados.

En cuanto al Museo del Azúcar, sus cuatro salas albergan más de sesenta figuras en esta materia, con reproducciones a escala de monumentos universales o personajes de renombre. No obstante, su novedad de este año no va a estar ahí. Según Rafael Garrido, que es su responsable, se hallará en otra dependencia que reproduce el proceso tradicional de elaboración de los dulces navideños en un obrador con figuras como las de los característicos ninots valencianos.

Y junto a los anisados y licores y los dulces de navidad, los aceites y los jamones y chacinas completan la oferta gastronómica ruteña que se incorpora a las mesas en estas semanas. En el primer caso, firmas como La Toquera o Almazaras de la Subbética exhiben como mejor reclamo los numerosos premios que atesoran sus aceites de oliva virgen extra (AOVE). Por último, el Museo del Jamón y el de la Chacina no sólo ofrecen los productos más exquisitos del cerdo. Sus estancias son un recorrido por el proceso de elaboración tradicional de estos productos.

Con esa suma única, con esa variedad tan singular, Rute se prepara para recibir al visitante y volver a ser “el pueblo de la Navidad”. La fiesta más entrañable del año comienza aquí, como siempre, con tres meses de antelación. Una vez más, en las mesas de España se paladeará la esencia de la gastronomía ruteña. Buen provecho.

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