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Los responsables de los museos temáticos creen que se han recuperado y a veces superado las cifras previas a la pandemia, con aumentos significativos de ventas
Los responsables de los museos gastronómicos hacen balance del puente de la Constitución
Desde hace más de dos décadas, Rute vive en el puente de la Constitución el punto álgido de la campaña de Navidad, cuando se convierte en el municipio más visitado de la provincia. Después de que el año pasado las restricciones impidieran el turismo presencial, en éste las visitas se han acercado de nuevo a cifras previas a la pandemia. Ha sido un turismo más familiar, con más vehículos particulares que autobuses, que pasa el día en el pueblo, de manera que también bares y restaurantes se han llenado.
Para la declaración de Rute como Municipio Turístico, se habilitó un contador en el Belén de Chocolate. Sólo del 4 al 8 de diciembre, han pasado ocho mil ochocientas personas. No funcionó diez días de noviembre y los dos primeros de diciembre. Aun así, octubre registró 8083 visitas. Sin contar cuando no estuvo operativo, en noviembre hubo 16781. No obstante, se estima que el total superó las veintitrés mil. En diciembre, hasta la Inmaculada habían pasado 9143 personas. Con una estimación similar, la cifra del mes hasta entonces rondaría las diez mil.
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Como responsable del Belén, Jorge Garrido asegura que la facturación ha crecido en torno a un 3,5%. Cree que esa mejora repercute en todo el pueblo. Lo que sí ha corroborado es que hay más particulares, algo que atribuye al miedo a la masificación del autobús. En compensación, al caer el puente entre semana, la tendencia ha seguido en días posteriores, extremo que confirma Anselmo Córdoba, director del Museo del Anís. También él cree que es un éxito conjunto del sector público y el privado.
El miedo sigue ahí. Más cauto en las previsiones, Juan José Garrido calcula que por el Museo del Azúcar ha pasado entre un 75 y un 80% de los turistas de años anteriores. De ahí la importancia de la venta online. Entre quienes llegan, Pablo Jiménez, del Museo del Jamón, percibe “alegría”. Ello se traduce en unas ventas satisfactorias. Cree que el turismo gastronómico está consolidado y, tras un año sin venir, “había ganas”.
En cuanto a Destilerías Machaquito, su coordinador, Francisco Reyes, asegura que la facturación se ha incrementado un 20% y este ejercicio superará a los anteriores, con más de quinientas mil botellas vendidas. Otro aspecto que subraya es la condición de Rute como “destino conjunto”. Además, cree que la gente ha tomado conciencia y se comporta de un modo muy responsable.
Aunque la campaña arrancó hace más de dos meses, el Museo de la Chacina ha presentado ahora sus novedades, con la morcilla blanca más grande del mundo. Según su responsable, Dolores Ortega, al principio el calor no acompañaba, pero en el puente ha habido un tiempo ideal para consumir estos productos.
Del flujo total a estos museos, la Oficina de Turismo, que en estas fechas desdobla su sede al Paseo del Fresno, sólo refleja un porcentaje pequeño. Lo interesante aquí es la procedencia. Como era de esperar, cae el turismo foráneo y se consolida la presencia andaluza, sobre todo de Córdoba y las provincias limítrofes. De fuera, los principales lugares de procedencia son Alicante, Madrid, País Vasco, Baleares y Cataluña.
