Las jugadoras ruteñas subieron a lo más alto del podio en la categoría alevín
Hay cosas que, afortunadamente, parecen no cambiar. Coronando un 2008 excepcional, el tenis de mesa ruteño continúa recogiendo su cosecha de éxitos y sembrando nuevas alegrías para el futuro. El equipo Anzur 06 se ha traído para Rute un total de seis medallas del Campeonato de Andalucía, celebrados durante los últimos días de diciembre en la localidad sevillana de Burguillos. El balance es de un título por equipos, dos subcampeonatos en dobles, un tercer puesto por equipos y dos terceros puestos en individual. Varias han sido, por lo tanto, las categorías en las que se ha subido al podio, pero fundamentalmente hay que destacar las dos de equipos: por un lado, el tercer puesto en veteranos logrado por Antonio Espejo y José María Henares. Pero sobre todo el triunfo en alevines de las hermanas Belén y Carmen Henares y Lydia Arcos.
La victoria vino además ante un clásico del tenis de mesa andaluz, y por consiguiente máximo favorito, La General de Granada. Sabían que las posibilidades eran escasas en los dos encuentros ante la número uno granadina, una intratable Laura Ramírez, que está muy por encima del resto de jugadoras de su edad. De hecho, acabó siendo campeona. Había que asegurar, pues, los otros tres partidos, sobre todo el punto de dobles, que se antojaba decisivo. Y así fue. El resultado final se saldó con un 3-2 “agónico y sufrido”, en palabras de José María Henares.
Diego Arcos, que en esta ocasión, decidió “descansar” y sólo ha contemplado el campeonato en su condición de padre y entrenador de Lydia, ha querido matizar que el título ha sido “una sorpresa relativa”. La solera y tradición de La General situaba a las granadinas “un poquito por encima” en los pronósticos, “pero tampoco era descabellado pensar que ellas pudieran ganar”. Si Granada cuenta por derecho propio con un nombre en el tenis de mesa andaluz, no es menos cierto que la impecable trayectoria de las pequeñas de Rute les otorgaba “el segundo lugar entre los favoritos”.
Por si fuera poco lo que Lydia y Belén han hecho hasta ahora, se les ha sumado la hermana menor de ésta, Carmen. Con sólo siete años y uno jugando, la de Sevilla era la segunda competición que disputaba. La primera fue el zonal de La Zubia (Granada), donde ambas hermanas se clasificaron. Lydia estaba exenta de esta ronda tras ganar el Campeonato Interterritorial. El propio José María reconoce que con las mayores “se da por hecho su rendimiento”, pero con Carmen, “como está empezando, todo lo que haga está bien”. Incluso asegura que, al menos hasta que se le supongan esos resultados mínimos, por ahora no sufre “absolutamente nada” con ella.
En lo que se refiere a los veteranos, sin restar ningún mérito al brillante papel de los dos jugadores de Rute, su lugar en la clasificación dependía de una decisión un tanto arbitraria. En vez de disputar una “final de consolación”, el reglamento del torneo señala que la medalla de bronce recae automáticamente en el club que ha perdido en semifinales frente al ganador absoluto. En el caso de los jugadores ruteños, habían caído contra Bahía de Cádiz, que a la postre se proclamó campeón.
Lejos de ver como fruto de la suerte este tercer puesto, conviene recordar que José María y Diego están volcados en su faceta de entrenadores de sus hijas. Aunque éste admite que ese entrenamiento también les sirve a ellos, para sí mismos sólo dedican “como mucho un día a la semana”. El resto de su preparación se reduce, según Henares, “a la liga en Superdivisión”.
