Belén Ramos destacó el carácter de convivencia y sobre todo de integración de una jornada como ésta
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El Encuentro Gastronómico Intercultural comienza a ser una cita habitual en el calendario ruteño. Por octavo año consecutivo, desde el Ayuntamiento de Rute se ha promovido una jornada que mezcla lo gastronómico, lo social y lo cultural. Y es que este encuentro es una muestra de los sabores y olores que nos trasmiten los platos de dieciséis nacionalidades distintas. Se llevó a cabo el pasado sábado, 1 de junio, en el salón de actos de la Ludoteca Municipal. Allí se pudieron degustar alrededor de setenta variedades culinarias típicas de diferentes países. Así, los ingleses cocinaron varios primeros platos de ternera, diferentes tipos de pizza y una exquisita tarta de frutas. Mientras, los argentinos presentaron distintos tipos de empanadas, dulces de leche y pastelitos de membrillo.
Por su parte, los bolivianos optaron por el chicharrón de cerdo o pollo y una ensalada de frutas. Entre los platos preparados por las ecuatorianas, destacaba una suculenta cazuela de pescado. Las brasileñas sorprendieron con distintos tipos de postres, todos realizados a base de coco. La música, multitud de detalles con fotografías alusivas al folclore tradicional y propio de cada país, y los platos en sí conformaron el ambiente que se respiraba en este encuentro multicultural. Es algo que, por ejemplo, se pudo comprobar al pasar por el stand de las búlgaras. Prepararon una empanadilla de espinacas, unas berenjenas asadas y unos pimientos asados con queso especialmente traído de Bulgaria. También se pudo probar pan dulce propio para el consumo durante las noches de boda que se celebran en este país.
Además, hubo representación de tres colectivos locales. La asociación de mujeres “Horizonte de Rute” ofreció comida típicamente andaluza: varias tortillas de patata, algo tan ruteño como el pizporrete y las “gachas de coscorrones”. La comunidad gitana guisó un potaje de Pascua. Y el grupo de vecinos de Las Piedras también optó por preparar un tradicional potaje y una masa de porra que fue el origen del salmorejo cordobés. Como de costumbre, en el encuentro se pudo degustar sabores de lo más variado, desde lo salado al dulce de los postres más sorprendentes, como fueron los presentados por Rusia o los deliciosos crepes de Francia. El stand de Marruecos fue de los más impresionantes, presidido por el famoso cuscús, y con cerca de una decena de platos y postres diferentes.
Pero más allá de satisfacer el paladar y descubrir nuevas sensaciones culinarias, este encuentro ha cumplido con otros objetivos. De hecho, ésa es la clave de que haya ido creciendo edición tras edición y cada vez cuente con una participación mayor, tanto de gente que prepara platos como en asistencia de público. Por un lado, está la finalidad social. Los asistentes pagaron un donativo de tres euros para poder probar los platos. Dicho dinero ha sido en beneficio de la Junta Local de la AECC y la Asamblea Local de Cruz Roja. Por otra parte, está el carácter de convivencia y sobre todo de integración de una jornada como esta. Así lo hizo constar la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Rute. Belén Ramos se mostró “encantada” con el desarrollo del encuentro y no dudó en probar todos los platos.
